18 de Setiembre de 2020
[Por: Julián Bedoya Cardona]
Es común que frente a las circunstancias suenen voces de toda clase; tonos, matices, volúmenes […] A esto los llamamos ‘ecos’ que pueden salvarnos o tirarnos a la charca fangosa como fue en el caso del joven Narciso, que cayó en un lugar desconocido, misterioso. Sintiendo que de allí fue llamado obedeció al eco y no tuvo escapatoria, después de verse inmerso y/o sumergido no contaba con las capacidades y habilidades para salir de ahí. Con esto quiero decir que no todas las llamadas ‘ecos’ nos convienen. Los ecos son inevitables, igual que las tentaciones lo son…
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