[Por: Tere y Luis Van de Velde]

(…) Mientras durante siglos los adoradores de poder y de riqueza han tenido un impacto enorme en la Iglesia, Monseñor Romero dejó bien claro que “aquel que se llama católico y está adorando sus riquezas y no quiere desprenderse de ellas, no es cristiano, no ha comprendido el llamamiento del Señor, no es Iglesia.  El rico que está de rodillas ante su dinero, aunque vaya a Misa y aunque haga actos piadosos, si no se ha desprendido en el corazón del ídolo del dinero, es un idólatra, no es un cristiano.”  Difícilmente se puede decir de manera más clara.   Pero es evidente que los anteriores patrocinadores/as de la institucionalidad eclesial, se han sentido señalados/as.   Monseñor los llama a la conversión.  Ser cristiano exige no ponerse de rodillas ante el dinero, desprenderse “en el corazón del ídolo del dinero” y dejar de ser idólatra…

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