10 de Agosto de 2020
[Por: Leonardo Boff | Texto en español y portugués]
El obispo Pedro Casaldáliga (no le gustaba el título de Don) fue transfigurado el día 8 de agosto de 2020 a los 92 años de edad. Catalán, vino a Brasil y fue consagrado obispo en 1971 para la Prelacía de São Felix do Araguaia-MT. Fue pastor ejemplar, profeta valiente, poeta de gran altura y místico de ojos abiertos. Se hizo conocido por ponerse decididamente del lado de los indígenas y peones expulsados de sus tierras por el avance del latifundio. Su Carta Pastoral de 1971 “Una Iglesia de la Amazonia en Conflicto con el Latifundio y la Marginación Social” provocó varias amenazas de muerte y de expulsión del país por la dictadura militar.
Voy a exponer aquí solo algunos tópicos de su poesía y de su mística, que se alinean a la gran tradición española de poetas místicos como San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. Algunos están en español, otros en portugués.
Vivió la pobreza evangélica en grado extremo: «No tener nada/no llevar nada/no poder nada/y de pasada, no matar nada/no callar nada./Solamente el Evangelio como una faca afilada/y el llanto y la risa en la mirada/Y la mano extendida y apretada/y la vida, a caballo, dada./Y este sol y estos ríos y esta tierra comprada/como testigos de la resurrección ya estallada./¡Y más nada!».
Valiente, dijo al enfrentarse a los opresores: «Donde tú dices ley, yo digo Dios./Donde tú dices paz, justicia, amor/yo digo Dios./Donde tú dices Dios/yo digo libertad, justicia, amor». Estos valores son los verdaderos nombres de Dios.
Amenazado de muerte, escribió una Cantiga a la muerte: «Ronda la muerte, ronda/ la muerte rondera ronda/ ya lo dijo Cristo antes que Lorca. Que me rondarás, morena,/vestida de miedo y sombra. Que te rondaré, morena,/vestido de espera y gloria. Tú me rondas en silencio/yo te rondo en la canción. Tú me rondas de aguijón, yo te rondo de laurel./Que me rondarás/que te rondaré. Tú para matar/yo para nacer. Que te rondaré/que me rondarás. Tú con guerra a muerte/yo con guerra a Paz. Que me rondarás en mí o en los pobres de mi Pueblo, o en las hambres de los vivos/o en las cuentas de los muertos. Me rondarás bala/me rondarás noche/me rondarás ala/me rondarás coche. Me rondarás puente/me rondarás río/secuestro, accidente/tortura, martirio,/temida.
Llamada/vendida/comprada/mentida/sentida/callada/cantada. Que me rondarás/que te rondaré que te rondaremos todos/yo y Él/. Si con Él morimos/con Él viviremos/Con Él muero vivo/por Él vivo muerto/¡Tú nos rondarás/pero te podremos!»
Pero no teme a nada: Lleva tranquilo sus visitas a los pobres. «Y llegaré de noche/con el gozoso espanto/de ver/por fin/que anduve/día tras día; /sobre la misma palma de Tu Mano».
Este poema nos remite a san Juan de la Cruz en el Cántico Espiritual, uno de los más bellos de la lengua española. “Por aquí ya no hay camino”./¿Hasta dónde no lo habrá?/Si no tenemos su vino/¿la chicha no servirá?
¿Llegarán a ver el día/cuantos con nosotros van?/¿Cómo haremos compañía/si no tenemos ni pan?
¿Por dónde iréis hasta el cielo/si por la tierra no vais?/¿Para quién vais al Carmelo/si subís y no bajáis?”
¿Sanarán viejas heridas/las alcuzas de la ley?/Son banderas o son vidas/las batallas de este Rey?/
¿Es la curia o es la calle/donde grana la misión?/Si dejáis que el Viento calle/¿qué oiréis en la oración?
Si no oís la voz del Viento/¿qué palabra llevaréis?/¿Que daréis por sacramento/si no os dais en lo que deis?/
Si cedéis ante el imperio, la Esperanza y la Verdad/ ¿Quién proclamará el misterio/ de la entera Libertad?
Si el Señor es Pan y Vino/ y el Camino por do andáis, si al andar se hace camino,/ ¿qué caminos esperáis?
Vivía en un “palacio” de madera de tercera calidad, totalmente desnudado. Estaba tan identificado con los indígenas y los peones asesinados, que quiso ser enterrado en el “Cementerio do Sertão” donde ellos, anónimos, yacen:
“Para descansar/ quiero sólo esta cruz de palo/como lluvia y sol;/estos siete palmos y la Resurrección”.
Y así imaginó el Gran Encuentro con el Amado al que sirvió en los condenados de la tierra:
«Al final del camino me dirá
Y tú, ¿viviste? ¿Amaste?
Y yo, sin decir nada,
Abriré el corazón lleno de nombres»
El clamor de su profecía, la total entrega de Pastor a los más oprimidos, la poesía que nutre nuestra belleza y su mística de ojos abiertos y manos trabajadoras, permanecerán como un legado perenne para las comunidades cristianas, para nuestro país indio y caboclo que él tanto amó y para toda la humanidad.
*Leonardo Boff es ecoteólogo, filósofo y viejo amigo de Pedro Casaldáliga.
Traducción de Mª José Gavito Milano
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O bispo poeta Pedro Casaldaliga e a tradição da mística poética espanhola
O bispo Pedro Casaldáliga (não gostava do título de Dom) foi transfigurado no dia 8 de agosto de 2020 com 92 anos de idade. Catalão, veio ao Brasil e foi sagrado bispo em 1971 para a Prelazia São Felix do Araguaia-MT. Foi pastor exemplar, profeta corajoso, poeta de grande altura e místico dos olhos abertos. Notabilizou-se por ficar decididamente do lado dos indígenas e peões expulsos de suas terras pelo avanço do latifúndio. Sua Carta Pastoral de 1971 “Uma Igreja da Amazônia em Conflito com o Latifúndio e a Marginalização Social” provocou várias ameaças de morte e de expulsão do país pela ditadura militar.
Aqui atenho-me apenas a alguns tópicos de sua poesia e de sua mística que se alinham à grande tradição espanhola de poetas místicos como São João da Cruz e como Santa Tereza de Avila. Alguns estão em espanhol, outros em português.
Viveu a pobreza evangélica em grau extremo:
“Não ter nada/ não levar nada/ não poder nada/ e de passagem, não matar nada/ não calar nada./ Somente o Evangelho como faca afiada / e o pranto e o riso no olhar / E a mão estendida e apertada/e a vida, a cavalo, dada./ E este sol e estes rios e esta terra comprada/como testemunhas da ressurreição já estalada./ E mais nada”.
Corajoso, diz ao enfrentar os opressores:
“Onde tu dizes lei, eu digo Deus./ Onde tu dizes paz, justiça, amor/ eu digo Deus./ Onde tu dizes Deus/ eu digo liberdade, justiça, amor”.
Estes valores são os verdadeiros nomes de Deus.
Ameaçado de morte, escreve uma Cantiga à morte:
“Ronda a morte rondeira/ a morte rondeira ronda/ já o disse Cristo antes de Lorca. Que me rondarás, morena,/ vestida de medo e sombra. Que te rodarei, morena,/ vestido de espera e glória. Tu me rondas em silêncio/ eu te rondo na canção. Tu me rondas de aguilhão eu te rondo de laurel./ Que me rondarás/ que te rondarei. Tu para matar/ eu para nascer. Que te rondarei/ que me rondarás. Tu com guerra e morte/ eu com guerra e Paz. Que me rondarás em mim; ou nos pobres de meu Povo/ ou nas fomes dos vivos/ ou nas contas dos mortos. Me rondarás bala/ me rondarás noite/ me rondarás asa/ me rondarás carro. Me rondarás ponte/ me rondarás rio/ sequestro, acidente/ tortura, martírio,/ temida. Chamada/ vendida/ comprada/ mentida/ sentida/ calada/ cantada. Que me rondarás/ que te rondarei que me rondaremos/ todos/ eu/ e Ele/ Se com Ele morremos/ com Ele viveremos/ Com Ele morro vivo/ por / Ele vivo morto/ Tu nos rondarás/ mas nós te pegaremos”.
Mas nada teme: Leva tranquilo suas visitas aos pobres.
“E chegarei de noite/ com o feliz espanto/ de ver/ por fim/ que andei/ dia após dia; / sobre a própria palma de Tua Mão”.
Este poema nos remete a São João da Cruz do Cântico Espiritual, um dos mais belas da lingua espanhola.
“Por aqui ya no hay camino./ ¿Hasta donde no lo habrá?/ Si no tenemos su vino/ ¿la chicha no servirá?”
“Legarán a ver el dia/ ¿quanto con nosostros van?/ ¿Cómo haremos compañía/ si no tenemos ni pan?”
¿Por dónde iréis hasta el cielo/ si por la tierra no vais?/ ¿Para quién vais al Carmelo/Si subis y no bajáis”?
¿Sanará viejas feridas/ las alcuzas de la ley?/ ¿Son banderas o son vidas/las batallas de este Rey?”
“Es el curia o es la calle;/ ¿dónde grana la misión?/ Si dejáis que el viento calle/
¿qué oiréis en la oración?”
“Si no oís la voz del viento/ ¿qué palabra llevaréis?/ ¿Qué daréis por sacramento/ si no os dais en lo que teneis?”
“Si cedéis ante el imperio/ la Esperanza y la verdad/ ¿Quién proclamará el misterio/ de la entera libertad?”
“Si el Señor es pan y vino/ y el camino por do vais/ Si al andar se hace camino/ ¿qué camino esperáis?”
Vivia num “palácio” de madeira de terceira qualidade, totalmente desnudado. Era tão identificado com os indígenas e os peões assassinados, que quis ser enterrado no “Cemitério do Sertão” onde eles, anônimos, jazem:
“Para descansar/ quero só esta cruz de pau/ como chuva e sol;/ estes sete palmos e a Ressurreição”.
E assim imaginou o Grande Encontro com o Amado que serviu nos condenados da terra:
“Ao final do caminho me dirá/
E tu, viveste? Amaste?
E eu, sem dizer nada,
Abrirei o coração cheio de nomes”
O clamor de sua profecia, a total entrega de Pastor aos mais oprimidos, a poesia que nutre nossa beleza e sua mística de olhos abertos e das mãos operosas, permanecerão como um legado perene às comunidades cristãs, ao nosso país índio e caboclo que ele tanto amou e à humanidade inteira.
Leonardo Boff é ecoteólogo, filósofo e velho amigo de Pedro Casaldaliga.
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