[Por: Tere y Luis Van de Velde]

(…) En el tiempo de Monseñor Romero había mucha esperanza en la liberación del pueblo.  Habían nacido organizaciones populares que exigían cambios radicales, apertura democrática, justicia en la distribución de la tierra y de los ingresos del estado, transformación del agro, viviendas dignas para los pobladores de los tugurios, atención a la salud, educación… Las experiencias bíblicas de liberación habían abierto los ojos de muchos/as.  Dios se manifestó en el grito de los pobres, en el grito de los torturados, en la agonía del pueblo; se manifestó en el grito de esperanza y liberación…

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