22 de Junio de 2020
[Por: Frei Betto]
Aprendí con el cristianismo, querido George Floyd, que la sangre derramada por los mártires riega la tierra y produce frutos en abundancia. Desde aquí en Brasil, al sur del mundo, donde tiene lugar un genocidio por la negligencia del gobierno frente a la pandemia del Covid-19, le agradezco a Dios por el don de tu vida. Tu sacrificio no fue en vano…
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