¿Cómo presentar ‘Bendita Mezcla’?

29 de Mayo de 2020

[Por: Francisco Bosch]




Queremos presentar un proceso, un libro y una escuela. Disculpen las molestias, hibrida nos salió la criatura. Todo comenzó con una travesura…

 

Una travesura se transforma en proyecto: un recorrido por comunidades de tierra adentro en el continente para hacer Mingas de teología popular. 

 

EL proyecto se transforma en libro: de la escucha en ronda, de lo tejido y contando, nace una devolución a las comunidades, un libro como ‘espejo de muchas voces’, con el nombre de ‘Bendita Mezcla’.

 

El libro-audiovisual termina siendo una ‘Escuelita de comunidad’: resonar la polifonía de las historias creyentes de lxs de abajo, preguntarnos desde otras sabidurías y ponerle pies en diferentes rincones del continente. Y encima, en plena pandemia mundial. 

 

Como un proceso de educación y teología popular

 

“El Dios de la vida se comunica contando la vida.

El mismo Jesús hablaba de Dios no con discursos abstractos, sino con parábolas, narraciones breves, tomadas de la vida cotidiana (…)

Cada uno de nosotros conoce diferentes historias que huelen a Evangelio, que han dado testimonio del Amor que transforma la vida. Estas historias requieren que se las comparta, se las cuente y se las haga vivir en todas las épocas, con todos los lenguajes y por todos los medios”
(Papa Francisco. Mensaje para la 54 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales)
 

 

Caminamos durante cuatro años por comunidades de base de NuestrAmérica. Caminamos con la certeza de que Dios habla en la autoridad de las voces de lxs de abajo. Caminamos poniendo el cuerpo, pero sobre todo el oído para escucharnos. Caminamos con la pregunta ¿Cómo paso Dios por tu vida cotidiana?  Lo extraordinario mezclado con lo cotidiano, el Totalmente Otro mezclado en lo más nuestro de nosotros. El oxímoron que nos exige, la paradoja que nos urge, la tensión que nos invita a crear. 

 

Una joven campesina del campo nicaragüense relata cómo se organizan entre mujeres, para hacer la vida y ganarle al machismo. Un padre de familia, atiende un merendero en los márgenes de la ciudad de Mar del Plata y se maravilla al ver la caricia de los rotos, la ternura escondida. Una joven de la ciudad de Sucre viaja a su infancia para contarnos cuando le preguntó a su madre, ¿Quién es Dios? ¿Porque le piden la lluvia? Una mujer indígena llora en Chiapas, con sus palmas mirando al cielo, piensa en los humedales que están muriendo. Un joven de La Libertad narra la lucha por el agua como la piedra fundamental de su comunidad y su fe. 

 

Todas esas historias no tienen un hilo común a simple vista. Pero cuando sabemos que fueron contadas en ronda, en las mingas de teología popular y buscando el núcleo de la fe de cada hermano, todo cobra sentido. El hilo bendito de la Pascua, del paso de Dios por la historia, teje estas historias, construye el texto que une el libro de la vida y el libro de la biblia. 

 

Como un libro-audiovisual

 

Es aquí que Francisco pone toda la importancia de este tipo de teología: escuchar y de nuevo escuchar lo que ellos nos testimonian. Y más que todo, notar en estas narrativas la revelación del Crucificado y del Dios que sostiene sus vidas y sus esperanzas. De esta actitud de escucha y cercanía a la vida de los pobres nacen las mingas de teología popular. En rueda todos se escuchan, se confortan y aumentan su fe. Es una auténtica teología narrativa de la liberación

(Leonardo Boff. Prólogo de Bendita Mezcla)

 

Muchas voces, tantas que no alcanzarían todos los libros del mundo para juntar las maravillas que acontecen por lo bajo. Pero a modo de espejo, ciento cincuenta páginas, con cincuenta relatos, que narran el paso de Dios-en-medio-nuestro. Vida y fe mezcladas, totalmente abrazadas, en una polifonía de voces, que hacen que bailemos pisándonos los pies. 

 

Muchas voces necesitan de muchas orejas y muchas sensibilidades. Por eso este no fue un trabajo personal: hay un equipo que trabajó en estos años como caja de resonancia de esas voces. Cantores que sumaron la música a este guiso que estamos preparando. Dibujantes que prestaron sus dones para volver imagen las historias clandestinas de las comunidades. Fotógrafos que nos ayudaron a unir la palabra y la imagen, en otra forma de contar. Lectoras que cuestionaron las líneas que enmarcaban los relatos. Educadores populares que llenaron de juegos y movimientos cada minga de teología popular, donde se cocinó esta teología narrada por las comunidades. 

 

Francisco, el latinoamericano, escuchador de las comunidades cristianas de base. Bien lo expresó Víctor Codina en su presentación: él es “una mezcla de músico, poeta y loco”.  Yo añadiría, todo esto y principalmente, es un místico. Es propio de los místicos ver y sentir a Dios en lo oculto de lo cotidiano, en la pasión de los pobres y en sus largos silencios (L. Boff)

 

Lejos de ser esa persona, asumo que el nombre Francisco hoy descifra otros nombres, descifra caminos comunes. Frente a ese piropo, presentamos el rostro colectivo que ayudó a cultivar creativamente las voces que desde abajo nos interpelan y nos marcan el rumbo. Gracias Diego, Carlos, Mony, Rosa, Soco, Rosario, Kendal, Quinote, Valen… 

 

EL 11 de marzo de 2020, día que la OMS declaraba Pandemia el Covid-19, nosotros estábamos reunidos en Guayaquil, Ecuador, haciendo la devolución de ‘Bendita mezcla’. La voz de Cristobal de Nicaragua y Gilberto de Guatemala, participantes de las mingas del proceso, ayudaron a darle palabra al recién nacido (puede verse la presentación en: https://www.facebook.com/100002566309331/videos/2761292297299620/).

 

Mientras dejábamos Guayaquil, frente al cierre intempestivo del aeropuerto, sin conciencia de las fosas comunes que se abrirían allí mismo unos días después, pudimos enviar con nombre y algunos garabatos, el libro a cada una-o de las-os hermanas-os que habían contando su historia creyente. El libro volvía a cada rincón que le ha dado vida. 

 

Como una ‘Escuelita de comunidad’

 

‘La popularidad básica de este intento no desdeña aportes múltiples porque una teología popular no tiene por qué ser una teología inocente o mucho menos ignorante de aquella sabiduría que desde otras plataformas y tiempos ha ido construyendo la humanidad. Teología popular no se contradice con teología intelectual, sino que se sirve de ella instrumentalmente para crear su propio lenguaje ayudador’. 

(Juan Hernandez Pico. Prólogo ‘El Grito Descolonizador’) 

 

Dios sopló el barro para animar al ser humano, para almarlo, para ponerlo a caminar con sentido sobre esta tierra. Dios se embarró para unir viento y tierra, para encender dentro de un ser de agua, una llama bendita que sostiene la esperanza en un mundo caótico. 

 

Dios se mezcló para siempre en agua, tierra, fuego y viento. Nació un color nuevo que sería enviado a pintar el mundo: maravillarse y ser creativamente fiel, con ese soplo primigenio.

 

Y nos toca hoy, ser creativamente fieles en tiempos de pandemia, cuarentena, aislamiento y pobreza alarmante. En este contexto, cuando queda a la luz que ‘nadie se salva solo’, nos pareció que teníamos un tesoro, un faro que no podíamos esconder debajo de la cama, en la oscuridad del hogar. Teníamos que compartir el tesoro que tiene la Iglesia en la base: comunidades organizadas de vida digna que pueden enfrentar al mal y a los malos de cada tiempo. 

 

Por eso, con los testimonios grabados de hermanos y hermanas, con sus narrativas creyentes nacidas de la comunidad, pensamos en construir una escuela que enseñe a ser comunidad, a vincularse, a encontrarse. Frente a la cultura del descarte, los cuerpos rotos y la fragmentación social, proponemos mirar hacia abajo, para encontrar las historias de hombres y mujeres que están sosteniendo la Patria Grande, desde tantas patrias ocultas. 

 

Desde ese impulso nace ‘Somos una Bendita Mezcla’, escuela nuestramericana de formación juvenil. Se trata de una formación de frontera, para compañerxs de movimientos populares y hermanxs de comunidades. Se trata de una formación inter: pueblos, sabidurías, generaciones, clases. Se trata de una escuelita de comunidad con la mirada puesta en las historias creyentes que dan sentido y transforman este mundo, una escuelita que abraza nuestra diversidad y celebra la mezcla. 

 

Quizás, porque venimos de la Pascua. Siempre venimos y vamos a la Pascua. 

 

La Pascua son los abrazos que nos narran, los encuentros que nos configuran, las mezclas que nos componen. Dar cuenta de esa mezcla, es contar nuestra vida, es narrar nuestra fe en comunidad. En eso estamos empeñados hace años. Por eso, nació ‘Bendita Mezcla’.

 

Pd: La escuela inicia el 4 de junio de 2020, tiene cupos completos desde la Araucanía hasta el otro lado del Rio Bravo. Podrán seguirse las mingas virtuales desde www.Amerindiaenlareg.org 

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