[Por: Pablo Bonavía]

No podemos separar la resurrección de Jesús de lo que fue su vida ni tampoco de lo que es la nuestra. Por eso hoy sentimos una voz que nos dice desde dentro:

1. Si Cristo resucitó no tengas miedo de querer aunque no te correspondan. Así nos quiere nuestro Padre común.

2. Si Cristo resucitó no busques el sufrimiento por el sufrimiento como tampoco lo buscó Jesús, pero cuando los derechos del otro y la Buena Noticia del Evangelio requieran posponer lo tuyo, sufrir incomprensión, pregúntate si no tienes que asumirlo como parte de tu llamado, de tu vocación.
 
3. Si Cristo resucitó es verdad que triunfar no es sobresalir sobre los demás sino colaborar humildemente en construir espacios donde los demás, especialmente los que no cuentan, tengan lugar.
 
4. Si Cristo resucitó lo que transforma la historia no son hechos espectaculares o maravillosos propios de quien tiene influencias, fama o poder, sino las pequeñas decisiones de cada día donde se ponen en juego las cosas fundamentales.
 
5. Si Cristo resucitó Dios no es un juez o un mago sino un partero que hace nacer la realidad y a ti mismo desde la hondura de su amor.
 
6. Si Cristo resucitó la naturaleza, el entero cosmos, está llamado a ser la casa común donde reine la comunión, libertad, la justicia y la fraternidad.
 
7. Si Cristo resucitó la moral cristiana no consiste en evitar errores sino en dar frutos nuevos desde lo más hondo de nosotros. Consiste en hacer milagros.
 
8. Si Cristo resucitó eso no significa que entonces puedo despreocuparme de transformar este mundo lleno de exclusiones, apariencias, corrupción, sino que me siento convocado a transformarlo desde dentro y desde abajo como hizo Jesús a lo largo de su vida. 

9. Eso es lo único que tiene realmente futuro…