10 de Abril de 2020
[Por: Marcelo Barros]
Para protegerse a sí mismo y a otros del virus mortal que devasta el mundo, médicos y enfermeras tienen métodos y ritos. La conducta política de la sociedad también tiene ritos. Estos provienen de las prácticas culturales de los pueblos antiguos. El rito es como ensayo o entrenamiento. A través de símbolos, expresa lo que la gente quiere lograr. En estos días, las iglesias cristianas celebran la Pascua para proponer una transformación de la vida y de la forma de organizar el mundo.
La Pascua es una fiesta común a dos religiones: el judaísmo y el cristianismo. Antes de los tiempos bíblicos, la Pascua era la danza con la cual las tribus celebraban el inicio de la primavera. Según la Biblia, fue durante celebraciones de Pascua que, inspirados y dirigidos por Dios, esclavos hebreos fueron liberados del faraón de Egipto.
Hasta hoy, las comunidades judías celebran la Pascua para actualizar esta vocación por la libertad. Agradecen a Dios por reconocer en él la fuente de la libertad y dignidad humana. Los escritos cristianos testifican que fue durante una celebración anual de la Pascua que Jesús de Nazaret fue asesinado y, en medio de la celebración pascual, sus discípulos lo descubrieron vivo y victorioso. Cada celebración de Pascua, judaica y cristiana, celebra la victoria de la vida sobre la muerte y la solidaridad sobre el desamor, y esto no es solo para comunidades religiosas y sin para todo el mundo.
Este año, la celebración judía de la Pascua tuvo lugar el jueves 9 de abril, el mismo día en que las Iglesias recordaron la Última Cena de Jesús y la institución de la Eucaristía. En estos días, judíos y cristianos celebran esta fiesta, en medio de la cuarentena causada por el coronavirus. Debido a esto, las celebraciones si hacen en casa y sin cultos colectivos.
Esta Pascua debe dar a la humanidad un mensaje especial: nuestro Dios es Dios de la vida y no de la muerte. Es amigo de la humanidad y, como padre que nos ama con amor maternal, es el primero en sufrir lo que nosotros sufrimos. En estos días, podría sentirse con dolor, en muchas oraciones que suponen que Él que es puro amor, y que puede ser culpable en algo de todo lo que está sucediendo. Y, pobrecito, en su impotencia, como antes de la cruz de su propio hijo, incluso en medio de las alegrías de Pascua, llora. Como lloró Jesús ante la tumba del amigo Lázaro. Y hará lo que puede hacer por nosotros: hacer que las semillas del amor y la solidaridad florezcan en nuestros corazones para enfrentar el momento presente y ganar. Sea como sea, feliz Pascua para ustedes.
Imagen: https://matergloriosa.wordpress.com/2018/03/23/historia-de-la-pascua-judia-y-la-pascua-cristiana/
©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.