04 de Febrero de 2020
[Por: Juan Manuel Hurtado López]
El Papa Francisco en Episcopalis Communio ha marcado la sinodalidad como el camino propio de la Iglesia, como la característica fundamental de su ser y de su actuar. En el esfuerzo de caminar juntos en el Pueblo de Dios, se trata para toda la Iglesia de una tarea: “escucha de Dios, hasta escuchar con Él el clamor del pueblo; escucha del pueblo, hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama”1.
Y esta sinodalidad la van construyendo las Iglesias locales en su quehacer diario. En días recientes la Iglesia de San Cristóbal de Las Casas fue testigo de un fruto de su caminar. El obispo Don Rodrigo Aguilar presentó la Carta Pastoral “Caminemos juntos a la luz del Señor”2.
La manera como se elaboró esta Carta Pastoral fue un camino sinodal. Se preguntó a las comunidades de la diócesis qué problemas más fuertes dañaban la vida comunitaria y qué esperanzas más grandes animaban y daban vida al caminar de las comunidades. Cada comunidad podría señalar hasta tres. Así se hizo y luego cada parroquia o misión tomaba el aporte de todas sus comunidades.
Después, las zonas pastorales retomaron los aportes de las parroquias y todo fue entregado a una comisión para hacer la redacción inicial. Con los aportes necesarios y el aporte del propio obispo, el día 25 de enero, día de la conversión de San Pablo, la Carta pastoral “Caminemos juntos a la luz del Señor” fue entregada a las comunidades y a toda la diócesis.
Se trata de una palabra que surge desde abajo y desde el dolor de las comunidades, se trata de una escucha a más de 2.500 comunidades por todo el territorio diocesano, se trata de escuchar a pueblos indígenas de seis lenguas diferentes y a los mestizos. Fue un aporte intercultural, creyente y profético que denuncia las opresiones y malos manejos de las autoridades, pero también un aporte que expresa la lucha y la resistencia de las comunidades ante los proyectos de muerte de las trasnacionales, los megaproyectos del gobierno o el acoso y violencia ejercida por las redes del narcotráfico.
La Carta Pastoral toca las heridas del pueblo, su dolor, pero también sus avances, luchas y terca resistencia; es una carta que toca el servicio de la Iglesia a la causa del Reino de Dios y lo que impide o frena la presencia de este Reino de Dios que es vida y vida plena para todos.
Resalto dos aportes de las orientaciones-compromisos finales que señala la Carta Pastoral:
1. “Ser una Iglesia samaritana, dedicando tiempo, recursos, energías y corazón en favor de los desplazados, maltratados y migrantes”.
2. “Asumir con valentía la defensa organizada de la Madre Tierra: minerales, vegetales, animales, aguas, viento, montañas y valles, en espíritu de conversión ecológica y humana. Por cada árbol que se corte, hay que plantar más de uno”.
Esta Carta Pastoral es un esfuerzo por salir del clericalismo, donde obispo y pueblo dicen su palabra, y la expresión de una Iglesia Pueblo Dios.
Notas
Constitución Apostólica Episcopalis Communio. Sobre el Sínodo de los Obispos. No. 6. Sept. 2018.
2 AGUILAR MARTÍNEZ, Rodrigo, ¡Caminemos juntos en el Señor!, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 2020.
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