Presencia de la mujer en el Documento Final del Sínodo

23 de Diciembre de 2019

[Por: Pablo Richard]




 

“La presencia y la hora de la mujer”

 

99. La Iglesia en la Amazonía quiere “ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia” “No reduzcamos el compromiso de las mujeres en la Iglesia, sino que promovamos su participación activa en la comunidad eclesial”. (Papa Francisco, Encuentro con el Episcopado brasileño, 27 de julio de 2013).

 

100. “Llega la hora, ha llegado la hora en que la vocación de la mujer se cumple en plenitud, la hora en que la mujer adquiere en el mundo una influencia, un poder jamás alcanzados hasta ahora”. 

 

101. Valoramos “la función de la mujer, reconociendo su papel fundamental en la formación y continuidad de las culturas, en la espiritualidad, en las comunidades y familias. Es necesario que ella asuma con mayor fuerza su liderazgo en el seno de la Iglesia, y que ésta lo reconozca y promueva reforzando su participación en los consejos pastorales de parroquias y diócesis, o incluso en instancias de gobierno”.

 

102. “Es necesario fomentar la formación de mujeres en estudios de teología bíblica, teología sistemática, derecho canónico, valorando su presencia en organizaciones y liderazgo dentro y fuera del entorno eclesial”.

 

“Mujeres adecuadamente formadas y preparadas puedan recibir los ministerios del Lectorado y el Acolitado”. Los ministerios de lectorado y acolitado son ministerios menores. Los mayores son diácono, presbítero, obispo. Para los varones se explicita “diáconos permanentes” excluidos de la tríada diácono, presbítero, obispo. Se excluye explícitamente a la mujer del ministerio del diaconado permanente. Sin dar ninguna explicación. Fue una exclusión dogmática.

 

En los nuevos contextos de evangelización y pastoral en la Amazonía, donde la mayoría de las comunidades católicas son lideradas por mujeres, pedimos sea creado el ministerio instituido de “la mujer dirigente de la comunidad” y reconocer esto, dentro del servicio de las cambiantes exigencias de la evangelización y de la atención a las comunidades.

 

Se rechaza a la mujer como “diácono permanente” pero se la reconoce positivamente como “dirigente de la comunidad”. Es un título importante, pero sin ningún carácter sacramental, como sería: “mujer diacono permanente”.

 

103. En las múltiples consultas realizadas en el espacio amazónico, se reconoció y se recalcó el papel fundamental de las mujeres religiosas y laicas en la Iglesia de la Amazonía y sus comunidades, dados los múltiples servicios que ellas brindan. En un alto número de dichas consultas, se solicitó el diaconado permanente para la mujer. Por esta razón el tema estuvo también muy presente en el Sínodo. 

 

Ya en 2016, el papa Francisco había creado una “Comisión de Estudio sobre el Diaconado de las Mujeres” que, como Comisión, llegó a un resultado parcial sobre cómo era la realidad del diaconado de las mujeres en los primeros siglos de la Iglesia y sus implicaciones hoy. Por lo tanto, nos gustaría compartir nuestras experiencias y reflexiones con la Comisión. 

 

Lo que dice la comisión es erróneo. Citamos un texto muy importante: “Les recomiendo a Febe, nuestra hermana, diaconisa de la Iglesia de Cencreas. Ella ha sido protectora de muchos, incluso de mí”. Carta de Pablo a los Romanos (16,1-2).

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