[Por: Luis Van de Velde]

En su escrito del 28 de mayo de 1978 en Orientación, Monseñor hace referencia a varios hechos violentos en el país. “Si el dolor es algo inherente a nuestra misma naturaleza, el hacer sufrir es criminal”. “Toda mano que toque la vida, la libertad, la dignidad, la tranquilidad y felicidad de los hombres (y las mujeres) y de las familias y de los pueblos es una mano sacrílego y criminal.”  Después de los Acuerdos del fin de la guerra (enero 1992) la cantidad de asesinatos, extorsiones, desapariciones, robos, hurtos, … ha ido aumentando durante años.  Últimamente ha una tendencia importante a la baja, sin embargo, cada asesinato sigue siendo un tremendo crimen.   Pero Monseñor mira más allá de la sangre derramada y denuncia todo lo que toque la vida, la felicidad de las familias…

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