Nazareth y la Amazonía: lugares teológicos

11 de Octubre de 2019

[Por: Juan Manuel Hurtado López]




En estos días del Sínodo panamazónico son muchos los tópicos que vienen a nuestra reflexión y que se mueven en el corazón. En el tiempo de preparación al Sínodo tocamos el territorio como lugar teológico. Esto ya tiene una historia desde Iquitos, considerar el territorio como lugar teológico. Pero ciertamente aporta una novedad que ha que dilucidar. 

 

Cuando Melchor Cano toca los diez lugares teológicos que son como la sede para los demás argumentos teológicos, ahí queda de manifiesto  que la Sagrada Escritura, la Tradición, los Concilios, el Magisterio de la Iglesia, la autoridad de la historia humana, la autoridad de los Padres de la Iglesia y otros, pueden gozar con legitimidad de esta denominación.  En el Concilio Vaticano II se usó con legitimidad la categoría teológica Signos de los tiempos como lugar teológico. Y ahora se nos habla del territorio como lugar teológico. ¿Qué estamos expresando?

 

En Nazareth celebramos la Encarnación del Hijo de Dios en el seno de una virgen, de una mujer humilde del pueblo llamada María. Y todo esto aconteció en “Galilea de los gentiles…” de la que Natanael, en diálogo con Felipe, expresó: “ Pero ¿Qué cosa buena puede salir de Nazareth?” (Jn 1,46). Es decir, que desde el principio pueden existir dudas sobre el lugar teológico de Nazareth. De hecho, cuando Jesús va a su tierra a predicar, ahí no pudo hacer ningún milagro por la incredulidad de ellos (Mc 6,1-6). Y esas dudas persistieron en los continuos enfrentamientos de Jesús con los escribas y fariseos y con las autoridades de su pueblo. Aún sus paisanos lo rechazan, como ya vimos. Y sin embargo, ahí aconteció la Encarnación del Hijo de Dios, la presencia del Dios humanado entre nosotros. Nazareth es la pequeñez que manifiesta la grandeza de Dios.

 

Habrá sin duda muchas razones para considerar la amazonía como un territorio sagrado, como un lugar teológico1, como un lugar de revelación de Dios en su grandeza, belleza y sabiduría inagotable. Y esto, como un mensaje a toda la tierra y a todos los pueblos. San Agustín dice que la primera Palabra de Dios es la creación, y sólo después, cuando el hombre por el pecado ya no pudo leer lo que Dios le decía en su creación, le mandó una segunda palabra, y ésta está contenida en la Biblia. Así que podemos decir con todo fundamento que Dios nos habla por medio de su creación. Así, por otro lado, lo cantan los salmos. Entonces, el territorio, en este caso, la amazonía, puede ser leído como un lugar teológico privilegiado.

 

Al ser la amazonía el mayor bioma de nuestro planeta porque ahí esta condensada – y ampliada- la vida en millones de expresiones de seres vivos –plantas, árboles, insectos, animales, pájaros, peces y otro animales acuáticos-; al ser el río amazonas el más caudaloso de la tierra y uno de los más grandes del mundo; al ser nueve países los que albergan esta expresión de vida de la amazonia; al habitar estas tierra más 300 pueblos étnicos, regular el clima del planeta y garantizara el ciclo del CO2 y muchas otras manifestaciones, podemos leer en la fe como una manifestación-palabra de la grandeza y de la sabiduría de Dios.

 

Pero, además, ahí está regada la tierra con sangre de mártires de la amazonia que lucharon por defender la vida de la tierra y de los pueblos originarios, como el padre Ezequiel Ramín o Vicente Cañas.  

 

Por lo pronto nos dice Dios que ahí hay que descalzarse porque tocamos tierra sagrada. Ahí, como nos insiste el Papa, “hay que ver y escuchar”. Y quizá más escuchar. ¿Qué nos dice Dios en esa maravilla de su creación, en esa armonía que por miles de años mantuvieron los pueblos originarios en comunión y reciprocidad con  la naturaleza, sus árboles y animales, sus plantas y peces, sus manantiales y frutos, y que ahora tan insensatamente se está destruyendo por la voracidad el sistema capitalista neo-liberal? ¿Qué nos dice Dios en el hecho de que hasta un Papa convoque a un Sínodo extra-ordinario sobre la amazonía y la respuesta de la Iglesia a esa realidad para inculturar el Evangelio?

 

Sin duda de todo esto se discutirá en las tres semanas de trabajo del Sínodo panamazónico. Por lo pronto, la amazonía tiene ya una dimensión ecológica y eclesial universal, y eso no es poca cosa. 

 

Citas

 

1 Consultar el artículo de Leonardo Boff: El Sínodo panamazónico: ¿Momento de cambio de la Iglesia? En: Perspectivas de sinodalidad. Hacia una Iglesia con rostro amazónico. Amerindia, 2019, Pág. 127-135.

 

Imagen: https://blog.cristianismeijusticia.net/ca/2019/10/03/7-claves-teologicas-para-el-sinodo-de-la-amazonia-i 

 

 

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