23 de Agosto de 2019
[Por: Pablo Richard]
Para Franz Hinkelammert “la destrucción de la naturaleza no es producto de una maldad, sino de una racionalidad perversa.Un malvado es capaz de matar a mil personas, pero termina suicidándose. Pero alguien que opera con una razón instrumental, mata a millones y no tiene problemas. Tiene capacidad infinita de matar”. (Cita tomada de su libro: “Teología profana y pensamiento crítico”).
En un análisis de la violencia no podemos quedarnos en un análisis solo de sujetos y estructuras, debemos analizar sobretodo esos “poderes espirituales y trascendentes de la maldad”, y también esa violencia que opera con una “razón instrumental”.
Importante es definir el “fetichismo” y la “idolatría”. Fetichismo del dinero, del mercado y de la economía en general. El fetichismo nace cuando las cosas se transforman en dios, y dios se transforma cosa. Dios no muere, se transforma en dinero. El oro es el dios del mercado. Cuando esto sucede, todo es posible, todo es lícito. Ser “ateo” o “creyente” no tiene tanta importancia. Lo importante es ser o no ser “idólatra.”
El papa Francisco en su Exhortación Apostólica “Alegría del Evangelio” nos dice (citas textuales tomadas de entre los números 50-60):
- “Hoy tenemos que decir no a una economía de la exclusión y la iniquidad. Esa economía mata”.
- “Una de las causas de esta situación se encuentra en la relación que hemos establecido con el dinero, ya que aceptamos pacíficamente su predominio sobre nosotros y nuestras sociedades.”
- “La crisis financiera que atravesamos nos hace olvidar que en su origen hay una profunda crisis antropológica: la negación de la primacía del ser humano. Hemos creado nuevos ídolos. La adoración del antiguo becerro de oro (cf. Ex 32,1-35) ha encontrado una versión nueva y despiadada en el fetichismo del dinero y en la dictadura de la economía sin un rostro y sin un objetivo verdaderamente humano.”
- “El afán de poder y de tener no conoce límites. Cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta.”
- “Una de las causas de esta situación se encuentra en la relación que hemos establecido con el dinero, ya que aceptamos pacíficamente su predominio sobre nosotros y nuestras sociedades.”
- “Mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz. Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera. De ahí que nieguen el derecho de control de los Estados, encargados de velar por el bien común. Se instaura una nueva tiranía invisible, que impone, de forma unilateral e implacable, sus leyes y sus reglas. El afán de poder y de tener no conoce límites. Cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta”.
- “Tras esta actitud se esconde el rechazo de la ética y el rechazo de Dios. La ética suele ser mirada con cierto desprecio burlón. Se considera contraproducente, demasiado humana, porque relativiza el dinero y el poder. Se la siente como una amenaza, pues condena la manipulación y la degradación de la persona.En definitiva, la ética lleva a un Dios que espera una respuesta comprometida que está fuera de las categorías del mercado.Dios es incontrolable, inmanejable, incluso peligroso, por llamar al ser humano a su plena realización y a la independencia de cualquier tipo de esclavitud. La ética permite crear un equilibrio y un orden social más humano.”
Imagen: https://blog.cristianismeijusticia.net/2014/06/23/no-a-la-idolatria-del-dinero
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