08 de Agosto de 2019
[Por: Luis Miguel Modino | Religión Digital]
Las matanzas se han convertido en algo cotidiano en las cárceles brasileñas, con una población reclusa muy superior a su capacidad y total falta de seguridad, lo que provoca situaciones insostenibles. La última tuvo lugar el pasado 29 de julio, fecha en que murieron 62 presos en la ciudad de Altamira, lo que representa el mayor número de víctimas desde 1992, en que el número de muertos llegó a 111, en la conocida como masacre del Carandiru…
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