08 de Agosto de 2019
[Jesuitas.lat]
El 2 de agosto, pocos días antes del triste aniversario del 6 de agosto de 1945, día en que “la bomba” golpeó a Hiroshima, el Padre Arturo Sosa presidió la Eucaristía en la fiesta de San Pedro Fabro, que se celebró en la capilla del noviciado jesuita de Nagatsuka, a poco más de cuatro kilómetros del epicentro de la explosión. El noviciado se convirtió en aquellos momentos en un refugio para miles de heridos. El Padre Arrupe, superior y maestro de novicios, aprovechó sus estudios de medicina para tratar de aliviarlos a lo largo de días y noches interminables…
Descargue el artículo.
©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.