Los desafíos del 32° Congreso de Soter en algunas citas

24 de Julio de 2019

[Por: Rosa Ramos]




“El Verbo se hizo carne y puso su tienda entre nosotros…”

(Jn. 1, 14)

 

Los cristianos fuimos muy lejos al plantear que “Dios se encarna”, luego han corrido ríos de tinta para procurar explicar con categorías filosóficas de diversas épocas esa osadía nuestra. Más humildemente otros hablan de la “densificación de ciertos momentos históricos” en que Dios se hace presente de modo especial, otros usan otra expresión a mi juicio muy cara: “Dios acontece en Jesús de Nazaret”.

 

Pero, sin duda, asumir todas las consecuencias de lo que decimos creer con el misterio de la Encarnación es terriblemente difícil. 

 

Una consecuencia es hacer Teología de la Historia, intentar ver y señalar el paso de Dios que nos sorprende y desafía. Fue lo que hicieron los profetas y recogen los textos sagrados. Gran audacia fue la de Isaías al ver en Siro, rey de Persia, una presencia salvadora del Dios de Israel. Audacia que percibo hoy en el Papa Francisco al poner nombre a las situaciones que otros esquivan, y audacia de teólogos que nos desafiaron en el Congreso avanzando proféticamente desde el paradigma de la Teología de la Liberación al giro decolonizador. 

 

Aquí ilustraré la mirada profética que entiendo hoy nos desafía con citas de tres teólogos que expusieron en del 32° Congreso de Soter, porque “…los demás hombres son para nosotros una auténtica manifestación de Dios y una necesaria mediación de su presencia.” –como dice el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe Luis Francisco Ladaria, sj-

 

Estas son algunas de las expresiones de Carlos Mendoza, dominico, Dr. en Teología y profesor de la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México:

 

“Practicar otras formas de buen gobierno, de economía solidaria, de religión sin sacrificio y de cultura de la vida serán las vías para mantener de pie, con dignidad y esperanza, a los desheredados de la tierra que han dicho basta a la lógica depredadora del capital patriarcal y finquero que sigue dominando el mundo.

 

… Estas resistencias de pueblos y culturas que viven ‘el lado nocturno de la democracia’ moderna, expresión de Achille Mbembé, son oportunidad para deconstruir la lógica del biopoder travestido en necropoder en tiempos de globalización económica… estamos enfrentando la hora incierta del poder político que administra la muerte por medio de la basurización de la vida.

 

… la teología de la liberación de tercera generación está ahondando precisamente este necesario proceso de decolonialidad de la religión sacrificial como condición de posibilidad para recuperar aquel fondo teologal, místico y espiritual de la encarnación del Verbo que radicaliza la historia violenta hasta encontrar un reducto amoroso de lo real.”

 

A continuación expresiones de Ronilso Pacheco, teólogo protestante, pastor bautista, activista en el campo de los Derechos Humanos y en la temática racial. Habló desde la Teología Negra:

 

“La espiritualidad es constitutiva del pueblo negro, está en la base de su resistencia, y no hubo ni hay revolución negra sin espiritualidad…

 

Una teología comprometida con la liberación comienza por la liberación del imaginario, y por la disputa hermenéutica, de su propio territorio y pueblo… ir a los vestigios de la afrocentralidad, es reconocer que no hay espiritualidad desencarnada en la Teología Negra. Ella sabe dónde tuvo su origen el pueblo negro tanto como dónde tuvo su origen la historia del pueblo hebreo, en su travesía en cuanto Pueblo de Dios, por el desierto y por la historia. La diáspora de otrora y de ahora, une dos narrativas complementarias de lucha por la liberación, la autonomía y reconocimiento del lugar de pertenencia, de donde se parte y de donde fue arrancado.

 

…La teología negra es dialogal e inclusiva con otras tradiciones religiosas… lo central es la fe en un Dios liberador… Jesucristo es el arquetipo de la Teología Negra, es ancestro en ese sentido, pero también promesa, porque muere por nosotros y es el primero entre los resucitados…

 

En una perspectiva decolonizadora son necesarios tres momentos: percibir el mundo como se presenta cerrado, “es así”; desenmascarar el mundo como realidad de perversión y soñar el mundo como podría llegar a ser reino de Dios: “otro mundo es posible”. La toma de conciencia de estos tres mundos, lleva a tres actos: desmentir la fábula, decontruir la perversidad y construir el otro mundo posible como lo hizo Jesús, creando nueva cultura, desde el servicio y no desde el poder. Porque ¿qué es realmente cultura? Cultura es la que se crea para hacer el mundo vivible, la muerte insoportable y por tanto afrontable.”

 

La conferencia de Sinivaldo Tavares, “Saberse Tierra”, inscribió el giro decolonializador iniciado ya con Gustavo Gutiérrez -al plantear una teología de la liberación y no del desarrollo- en el marco del paradigma ecológico, hoy fundamental. Es franciscano, Dr. en Teología y con posdoctorado, es profesor en la universidad jesuita de Belo Horizonte:

 

“La modernidad colonial capitalista viene, desde el inicio, imponiéndose mediante dos modos: explotación violenta de la tierra y creación de sujetos-individuos separados de ella, la relación de estos con aquella se da a partir de la exterioridad, superficialidad e instrumentalidad. La construcción moderno-colonial-capitalista de la subjetividad como ‘cogito’ provocó una serie de fracturas en el tejido natural, social y existencial. Violentamente separados de la Madre Tierra dejamos de considerarnos ‘hijos de la tierra’… Y, también violentamente atravesados por aquella fractura existencial que nos escinde en dos materias (res): una extensa y otra pensante. Fuimos, de hecho, condenados a vivir marcados por una especie de esquizofrenia existencial, social y cósmica.

 

… Nos encontramos bajo una sutil complicidad entre dos procesos simultáneos, y, por tanto, recíprocamente implicados: desacralización de la naturaleza, desnaturalización del ser humano

 

… el neoliberalismo se constituye en el conjunto de relaciones sociales que consumen las energías vitales en el intento de acumular infinitamente dinero. Y, en ese proceso, consume la vitalidad de la tierra y la humanidad del ser humano. Esa es la principal razón por la cual nuestras sociedades se han tornado presa vulnerable de un ‘control’ global que se viene dando, sobre todo, mediante tres formas: ‘extractivismo digital’ (dando lugar a un capitalismo de datos o dataísmo), reducción de la privacidad a ‘activo económico’ (que controla el consumismo y hasta el electorado) y, finalmente, colonización´’ de deseos, sentimientos y emociones (lo cual lleva a la insensibilidad que anestesia que impide la indignación ética).

 

…Vivimos en un mundo extremadamente complejo que no nos permite soluciones que no sean integrales… Por eso proponemos la asunción de un paradigma epistemológico alternativo fruto de una intrincada trama que enlaza ‘liberación’ y ‘giro decolonial’ a la experiencia de saberse tierra… Imprescindible se hace, nos parece, distinguir y afirmar cada una de las banderas en pro del reconocimiento, pero sin perder de vista las mutuas y recíprocas relaciones entre sí y con la lucha básica y primordial, a saber: por la supervivencia de la vida de los pobres y de las oras formas de vida en el planeta.”

 

El artículo anterior me parecía muy pobre sin estas citas-pistas desafiantes. Quería ofrecerles algo más de estas voces que experimenté como Gracia. Claro que a sabiendas de los riesgos que implica señalar el paso de Dios, pues: “en la medida que sea verdadera experiencia de la Gracia, ha de estar siempre amenazada de ambigüedad.” -González Faus-.  

 

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