14 de Junio de 2019
[Por: Juan Serrano | @Lanoficcion]
Algunas personas que estuvieron cerca del sacerdote Héctor Gallego en los días previos a su desaparición dicen haber notado en él un halo triste. Su sonrisa no asomaba con la facilidad acostumbrada y en varias de sus últimas conversaciones dejó escapar comentarios lúgubres, frases que dejaron perplejos a sus interlocutores pues no encajaban con su temperamento jovial y entusiasta. Era como si Héctor Gallego, párroco de Santa Fe (Panamá) desde hacía más de tres años, se estuviera despidiendo de sus allegados y feligreses…
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