02 de Mayo de 2019
[Clarín]
“El Pelado”, como lo llamaban cariñosamente, reunió a los sacerdotes y religiosas, dibujó un círculo en forma de espiral, marcó los casos de los asesinatos de los sacerdotes Longueville y Murias y del laico Pedernera, se colocó el mismo en el centro y les dijo: “Ahora me toca a mí”, cuenta en su certero libro “El mártir: Angelelli, el obispo silenciado por la dictadura”, de reciente aparición, el periodista Mariano De Vedia…
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