[Por: Francisco Bosch]

[Un joven teólogo amerindio acompaña a las peregrinaciones que desde diferentes rincones de América se preparan para celebrar a los mártires riojanos. Este es el inicio de una serie de breves crónicas para acompañar estas pascuas en medio de la noche que atraviesa NuestrAmérica]

Toma 1: Peregrinar a los Llanos

La tierra del Papa Francisco, la tierra adentro donde vive el corazón del Papa Francisco, vive un tiempo de Pascua. 

Desde los Llanos de La Rioja, provincia empobrecida, hasta la provincia de Buenos Aires, desde el Mar del Plata hasta los Llanos que vieron la sangre regada de los mártires. Paso a paso, comienza una peregrinación.

Este punto de partida es uno entre tantos otros puntos de partida de donde salen grupos, comunidades, personas movidas por la memoria de los mártires, convocados por la sangre de los testigos, que asesinados por la dictadura militar que ensombreció la Patria en la década de 1970, hoy son levantados al máximo honor que la Iglesia católica puede dar. 

La peregrinación es el primer paso: esperan encuentro, las sonrisas, las carpas que recuerdan a los mártires en la plaza pública, una Iglesia en Pascua, una Iglesia que busca dar pasos de memoria, verdad y justicia en un tiempo de deja vú y olvido que atraviesa el sur de América.

Pie de foto: Comunidades de base de Mar del Plata iniciando la peregrinación.