08 de Febrero de 2019
[Por: José María Castillo]
Lo que quiero explicar, en esta reflexión, es que quienes pensamos en Dios y hablamos de Dios, lo hacemos de tal manera que, sin darnos cuenta ni sospecharlo, pensamos y hablamos de forma que deformamos a Dios, lo desfiguramos y hasta lo manipulamos hasta el absurdo de que Dios tiene que ser como a cada cual le interesa o le conviene…
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