El Salvador II: Comunidades palabreras (o la bella tradición en la tierra del santo de NuestrAmérica)

07 de Diciembre de 2018

[Por: Francisco José Bosch]




Gran parte del trabajo en las mingas de teología popular es desentrampar una mentira que ha servido para oprimir desde la fe: que la teología es tarea de especialistas. En esa lucha nos encaminamos en la segunda parte del proceso. Y el último taller del 2018, en tierra de Romero, en Lourdes Colon, fue un espacio privilegiado para desandar el oficio de la teología como una vocación comunitaria, honda y popular.  

 

Unas 10 comunidades representadas, una diversidad de carismas dentro de ellas que realmente formaban un poliedro: imposible invisibilizar las diferencias para lograr comunión. Se trata de comunidades maduras y ninguna está dispuesta a perder identidad y tampoco a resignarse al aislamiento. En esa tensión de la cultura del encuentro, trabajamos fuertemente en volver a las primeras comunidades y su afán de narrar teológicamente su experiencia histórica de la fe. 

 

Mirarse en el espejo de la Biblia

 

Durante muchos años hemos utilizado la biblia para iluminar la realidad. Hermoso método que nos evita las evasiones, los ‘fugas mundi’, los espiritualismos. Pero que peligrosamente nos invitaba a iluminar desde afuera lo que nos pasa. Llamativamente la matriz colonial de una revelación que siempre viene de afuera y de arriba, estaba intacta. 

 

Quizás por eso se volvió apremiante descubrir una revelación que irrumpe desde abajo y desde adentro, y que allí, en lo oculto, nos habla en lo cotidiano. Narrar aquello incontable es nuestra tarea imposible. En ese afán, no presentamos nada resuelto, sino dos sencillos ejemplos. Desde el desafío del pueblo de Dios que narró y canonizó la Biblia compartimos lo que Dios hace en nuestras comunidades.

 

Crear para salvarnos (registro que debe ser caminado)

 

Dos hermanos de la comunidad Rutilio Grande de Nahuizalco están repasando algunas crónicas que aparecen en la biblia. Luego de un rato me acerco, charlamos y dicen que ellos tienen mucho para contar. Sus rostros rasgados, su color de piel terruño ya decían mucho. Pero ellos decían que tenían mucho para contar. El hombre más adulto habla, el joven toma nota a una velocidad impresionante. Después de más de una hora, vuelven con la siguiente crónica, palabra bendita, sembrada en el dolor de los pueblos indios de NuestrAmérica…

 

Crónica del año 1932

 

Año 32. El presidente Maximiliano Hernández Martínez decreta la reforma agraria sobre la concentración de tierras ejidales y comunales para el cultivo de caficultura. Fue así, que a través de la mentira expropiaron las tierras indígenas, diciéndoles que se fueran al mesón de la hacienda de Miyazaleo, casco de la hacienda de la familia MATA. Les dicen que allí les darían sus escrituras de los terrenos para que estuvieran seguros, y cuando ya tenían las escrituras en sus manos los encerraron y finalmente los mandan a cavar fosas. Cuando ya estaban hechas, el señor Gavino Mata hace el llamado al cuartel de Sonsonate para que manden tropas de soldados armados y así fusilar a todos los campesinos que habían sido exiliados en la finca antes mencionada. 

 

Es así como los Señores MATA se apropiaron de todas las tierras de los Cantones de Tajcuiljlan y Cusamaluco, que son aproximadamente 250 manzanas y desde esa fecha hasta este día, no se ha logrado recuperar las tierras a sus respectivos dueños, que fueron nuestros ancestros. 

 

Ahora en la actualidad tenemos otro fenómeno social que es la violencia entre los jóvenes de distintos sectores, divididos por el poder económico, político, religioso y cultural. 

 

Hasta aquí sus justas y precisas palabras. El saqueo contado por el reverso de la historia, por los de abajo. A continuación, joven y adulto de la comunidad se convidan a contar una parábola, a crear desde su historia un relato creyente, y sucede esta maravilla:

 

Parábola del maíz

 

Nuestra comunidad se parece al grano de maíz que para vivir tiene que morir. Introduciendo el grano a la tierra muere para surgir a una nueva vida, que es la planta. Nace, crece y da sus frutos: aparentemente la comunidad muere con la masacre de 1932 pero en nuestra raíz sigue viviendo a través de las luchas comunitarias, a través de la CEB. La lucha contra las represas, construcción de torres eléctricas y telefónicas y otros proyectos de muerte. 

Como dijo Jesús ‘Para vivir hay que morir y morir para vivir’

 

Hasta aquí transcribo. Parábola, explicación, historización de las luchas, y debajo de todo eso la firma: Comunidad Rutilio Grande, Nahuizalco. 

 

Conmovido recibo esa hoja que guarda en garabatos una historia sagrada. Una comunidad que reconoce en su devenir histórico el hilo sagrado del paso de Dios en sus luchas. Una comunidad que sabe leer historia de salvación frente a sus ojos. Sus relatos son, entonces, palabra de Dios para dar esperanza a este mundo. 

 

Pero no puedo guardarme otro registro de ese mismo encuentro. Una comunidad que ya no se vincula con la parroquia, que por los avatares del tiempo y las tensiones de la vida eclesial, terminaron volviendo a la iglesia doméstica. A ellos, radicalizados en muchas posturas y hasta duro con otros, los convide a recordar las cartas de Pablo y sus comunidades. Y desde allí, escribir una carta a otra comunidad, una muy diferente a la de ellos. Este es el bello texto de un dialogo necesario para crecer en la unidad de nuestro Pueblo de Dios:

 

7 de Noviembre de 2017

Queridos hermanos de la comunidad El Limón, queremos contarles las buenas nuevas del Reino de Dios.

 

La verdad es que en la comunidad Sacazil a pesar de enfrentar muchas dificultades, como violencia tales como amenazas, asesinatos, violencia sexual contra mujeres e incluso la muerte. Aun en medio de eso, estamos claros que una bestia muy grande que nos acecha y divide hombres y mujeres manipuladas por los medios.

 

Y aunque todo eso nos agobia en nuestras vidas, nosotras vemos una luz de esperanza en nuestro caminar en comunidad; y esa luz se ve mucho más grande cuando nos encontramos en hogares o celebramos en comunidad. 

 

Además existen lazos muy fraternos de amistad que nos unen como un solo cuerpo de Cristo que camina hacia la liberación. 

 

Esperamos recibir noticias nuevas de ustedes, y que Dios, nuestro Padre, las llene de su fuerza para seguir adelante. 

 

¡¡Bendiciones!!

 
Las denuncias fuertes a los que piensan diferente, los años de conflicto duro y doloroso con otros modos de ser iglesia, se vieron suavizados y matizados en una carta hermosa. La unidad también se construye narrando con amor, construyendo puentes de dialogo entre los de abajo para seguir encontrándonos desde nuestra hermosa fe en común. 

 

Pd: Un desafío abierto

 

Así nos encuentra el 2018. Con un sendero iniciado: despertar, ver en compañía, sentir-pensar desde la fe, y buscar caminos para narrar en comunidad. Desde ese registro será posible ir armando la polifonía de una palabra de Dios nuestrAmericana, que beba de la gran tradición del carpintero de Nazaret y que sea fiel a lo que ella nos reclama aquí y ahora. 

 

Que este sea el regalo de generaciones de militantes de comunidades eclesiales de base con una hermosa experiencia histórica de Dios que es digna de ser compartida. Para ser agradecida, para ser profundizada, para ser buscada, para ser multiplicada. 

 

 

[pie de imagen: la foto de esta entrada es una bestia, una hidra capitalista, realizada por una comunidad, para comunicar en lenguaje mítico la lucha contra la Bestia de cada tiempo]

 

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