06 de Agosto de 2018
[Por: Francisco Bosch]
Lxs Cayetanxs van por Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo
"El pueblo no separa la fe de la lucha, porque no separa la fe de la vida" (Esteban "Gringo" Castro, Secretario General de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular).
La religiosidad popular es una caja de resonancia del corazón de nuestro pueblo. El pueblo sencillo argentino tiene en sus tripas un movimiento virtuoso entre esperanza y política, entre fe y lucha. Esta complicidad de honda raíz, ha desembocada en un calendario y una geografía: las calles de Argentina, desde Liniers hasta Plaza de Mayo, desde el santuario del Santito del Pan y del Trabajo, hasta la casa donde los servidores públicos deben asegurar los derechos fundamentales del pueblo. El 7 de agosto es el día, porque así lo ha querido la historia, y así lo recuperan lxs Cayetanxs, estos miles de rostros que desde los barrios llegan al centro del poder para hacer oír su grito sagrado por Tierra, Techo Y Trabajo.
Estamos en vísperas de la fiesta del Santo del Pan y del Trabajo y al mismo tiempo, hemos entrado en las semanas previas al III Congreso Continental de Teología que juntará en El Salvador a muchxs teólogxs de la liberación para seguir buscando el paso de Dios por nuestra historia. Sirvan estas líneas como alimento para preparar la fiesta, para nutrir la marcha, para estrechar el abrazo. Desde la Argentina de Francisco a toda NuestrAmérica…
Respondiendo a un llamado: No nos achicamos
Ustedes, los más humildes, los explotados, los pobres y excluidos, pueden y hacen mucho. Me atrevo a decirles que el futuro de la humanidad está, en gran medida, en sus manos, en su capacidad de organizarse y promover alternativas creativas, en la búsqueda cotidiana de «las tres T» ¿De acuerdo? (trabajo, techo, tierra) y también, en su participación protagónica en los grandes procesos de cambio, Cambios nacionales, cambios regionales y cambios mundiales. ¡No se achiquen! (Francisco en Santa Cruz, 2015).
Los Movimientos populares nos sentimos inspirados y convocados por el Obispo de Roma, nuestro hermano Francisco. Hemos sido convocados a ser protagonistas de esta historia y no queremos achicarnos. Él como compañero de camino, como amigo de lxs de abajo, nos da ánimo en el camino.
Este mapa de los de abajo que se ha reconfigurado desde los gobiernos antipopulares en NuestrAmérica, recibe un aire fresco del abrazo de Francisco. Esto se muestra con claridad innegable en la Argentina de los Macris, en el Brasil de los Temers, y en la Nicaragua de los Ortegas (aunque duela decir esto último, debemos decirlo).
En este mapa actual de franca confrontación con los idolatras del dinero que están ubicados en los puestos de servidores públicos (y ya lo dijo Jesús, no se puede servir al pueblo y al ídolo del dinero), se vuelve urgente el desafío de construir poder desde abajo, de acrecentar nuestros vínculos, de nutrir nuestras organizaciones, de encontrar puntos de encuentro. La marcha del 7 de agosto es uno de esos sagrados lugares para abrazarnos en la lucha.
Un método: Artesanos de unidad
La unidad que nuestros pueblos necesitan reclama que nos escuchemos, pero principalmente que nos reconozcamos, que no significa tan solo «recibir información sobre los demás, sino de recoger lo que el Espíritu ha sembrado en ellos como un don también para nosotros (Francisco en Temuco, 2018).
Los movimientos populares son muchos y diversos. Confluyen en su seno modos de comprender y caminar la vida radicalmente diferentes. Existe una gran diversidad de tradiciones de lucha en este camino que hoy intentamos construir en unidad. Es este el modo que elegimos para caminar, es este uno de los desafíos históricos más grandes que encontramos, es este el llamo que Francisco nos hace: caminar juntos.
Consideramos, con Francisco, que la unidad es una ‘diversidad reconciliada’ (Temuco, 2018). Estamos en ese complejo camino de ir generando los espacios de encuentro para que todas las voces, todas, sean parte de este camino colectivo.
Irrumpe de esta unidad incipiente, un sujeto plural, miles de rostros que componen un cuerpo que está dando la lucha de pie, frente a un poder que exige a diario ponernos de rodilla. La mano de este cuerpo no le exige a los dedos del pie ser largos y delgados, ni los talones gastados le piden a la cabellera ser tan corpulenta: cada parte de este cuerpo social intenta darse la mano desde su especificidad, sin perder su color de identidad.
Construyendo un sujeto plural: Lxs Cayetanxs, los poetas sociales
Y en este camino, los movimientos populares tienen un rol esencial, no sólo exigiendo y reclamando, sino fundamentalmente creando. Ustedes son poetas sociales: creadores de trabajo, constructores de viviendas, productores de alimentos, sobre todo para los descartados por el mercado mundial (Francisco en Santa Cruz, 2015).
Compartir el trabajo en los márgenes, la calle en los reclamos, las plazas en los actos fue el caldo de cultivo para ir pariendo una unidad en el camino. En ese camino, la marcha del 7 de agosto de 2016 marcó un antes y un después: hombres y mujeres trabajadoras de la economía popular, descartados del sistema formal, unían fe y lucha para construir un país nuevo. Ese día, la marcha desde San Cayetano hasta plaza de Mayo, recuperaba la religiosidad más bella de nuestro pueblo y la tradición de lucha de ese mismo pueblo.
Fue en ese calendario y en esa geografía, que los poetas sociales en la Argentina de Francisco se descubrieron plurales y unidos, diversos pero hermanos de causa. Nacían lxs Cayetanxs, un sujeto histórico de esperanza, un sujeto teológico que integrando fe y compromiso lograba levantar las banderas de los últimos de la fila.
Con un horizonte común: Las tres T sagradas
Tierra, techo y trabajo para todos nuestros hermanos y hermanas. Lo dije y lo repito: son derechos sagrados. Vale la pena, vale la pena luchar por ellos. Que el clamor de los excluidos se escuche en América Latina y en toda la tierra (Francisco en Santa Cruz, 2015).
Lxs Cayetanxs son el sujeto plural que levantan las tres T como derechos sagrados a construir desde un compromiso creyente. Son hombres y mujeres de diversas organizaciones populares que creen que otro mundo es posible desde los pobres de esta tierra.
En ese desafío los obstáculos son mayúsculos y siempre se repite aquello de David contra Goliat. A las tres T, sumarles el Pan que está faltando con gravedad en las mesas más pobres de argentina (uno de cada tres chicos no come en su casa actualmente según la UCA), y la Paz, que se pone el riesgo al golpear directamente el tejido social de nuestros barrios. Para esto se han presentado 5 proyectos de ley, que son fundamentales para salir de esta emergencia y dar pasos hacia el Otro país que soñamos y luchamos.
Buscando la compañía solidaria: El circulo virtuoso entre fe y compromiso transformador
La paz social no puede entenderse como un irenismo o como una mera ausencia de violencia lograda por la imposición de un sector sobre los otros. También sería una falsa paz aquella que sirva como excusa para justificar una organización social que silencie o tranquilice a los más pobres, de manera que aquellos que gozan de los mayores beneficios puedan sostener su estilo de vida sin sobresaltos mientras los demás sobreviven como pueden. Las reivindicaciones sociales, que tienen que ver con la distribución del ingreso, la inclusión social de los pobres y los derechos humanos, no pueden ser sofocadas con el pretexto de construir un consenso de escritorio o una efímera paz para una minoría feliz. La dignidad de la persona humana y el bien común están por encima de la tranquilidad de algunos que no quieren renunciar a sus privilegios. Cuando estos valores se ven afectados, es necesaria una voz profética (Francisco en Evangelii Gaudium, 2013).
Lxs Cayetanxs estamos buscando profundizar en la raíz creyente de nuestro compromiso transformador de esta realidad. Entendemos que El reino de Dios que anuncio Jesús es un camino a realizarse parcialmente en este mundo desde nuevos modos de vincularnos. Creemos que es mucho más grande la lucha en común, que los matices que nos separan.
Francisco en Evangelii Gaudium presentó cuatro claves de lectura que guían nuestro camino: el tiempo sobre el espacio, la unidad sobre el conflicto, el todo sobre la parte y la realidad sobre la idea. Con estos lentes queremos mirar la realidad y convocarnos a transformarla desde adentro y desde abajo, con la hermosa esperanza de que NuestrAmérica florecerá para todxs, para lxs que hoy viven el largo viernes santo.
Sea la marcha de este 7 de agosto, un pequeño kayros de comunión popular, una fiesta presente del mañana que luchamos.
Francisco Bosch
Un Cayetano
Pie de foto: La imagen que acompaña estas líneas, la tomé en las marcha federal convocada por los Cayetanos hace unos meses, donde muchxs marchamos desde San Cayetano hasta Plaza de Mayo, con los santitos y la virgencita en los hombros.
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