Mi unicornio azul y nuestras biografías

31 de Julio de 2018

[Por: Rosa Ramos]




“Mi unicornio azul
ayer se me perdió,
no sé si se me fue,

no sé si extravió,
y yo no tengo más
que un unicornio azul…”

Silvio Rodríguez

 

Mis colores preferidos son de la gama de los rojos y sobre todo el burdeos o bordeaux, sin embargo dos de mis canciones favoritas, una en italiano, otra en español, tienen como color el azul, y curiosamente ambas aluden a algo que no es explícito que provoca movimiento interior: Le rose blu de Roberto Vecchioni y Mi unicornio azul de Silvio Rodríguez. 

 

Se  trata de un arte de participación que ayuda a mover las ideas dice el autor de “Mi unicornio azul”. Se pueden encontrar las más variadas interpretaciones sobre la canción, pero hay una entrevista en la que habla del arte de participación que incluye al receptor, convirtiéndolo en co-creador. Desde esta perspectiva va mi propuesta de hoy.

 

Justamente ayer leía que “el lector es otro autor, quien lee -o escucha una canción en este caso- recrea el texto desde su propia biografía y sensibilidad. El P. Lamet dice “saber escribir es el arte de alcanzar lo universal del corazón humano. Saber leer, la capacidad de sintonizarlo desde la propia subjetividad”. También lo dice Eduardo Galeano en La función del lector 1, allí cuenta que Lucía siendo niña leyó un libro a escondidas, pasados los años, habiendo “caminado mucho” ya no lo reconocería: “… tanto le ha crecido dentro que ahora es otro, ahora es suyo”.

 

Así le sucederá a quienes han escuchado a Silvio Rodríguez cantar sobre su unicornio azul perdido, por el cual ofrece “cien mil o un millón yo pagaré a cambio de información, ¡tan valioso es! O la canción Le rose blue, donde el autor ofrece no dinero  ni su vida, que dice sería fácil, sino que enumera todo lo que ama  y ha amado… a cambio de que Dios –allí el interlocutor es Dios- le devuelva la rosa azul, este tema es una joya menos conocida por ser de un cantautor italiano. Hoy me quedo con la canción del unicornio azul, ya habrá oportunidad de entrar en el maravilloso mundo poético y vital de Roberto Vecchioni.

 

Como esta página tiene por título El Espíritu y la libertad me permite tomármela hoy para dejarme llevar en el vuelo del Espíritu e invitarlos también a volar desde sus biografías propias, a mover ideas, experiencias y sentimientos a partir del extraño unicornio de Silvio. Los invito a ser valientes, audaces, sinceros al afrontar estas preguntas:

 

¿Qué unicornios azules, pero únicos, irrepetibles, se te han perdido? ¿Los has buscado incansable y hasta has propuesto dar recompensa a quien los hallare? ¿Aceptaste la pérdida tuya y/o la libertad ajena del unicornio que se fue? ¿Quedaste detenido/a en esa experiencia al punto de no arriesgar nuevas? ¿Tu unicornio azul te ha fecundado con su presencia antes de ser ausencia? Si así fue, ¿reconoces esa vida, la cultivas, la regalas?

 

Lindas preguntas para un retiro, o, más humildemente, para que te acompañen entre mate y mate, o en una larga caminata entre vegetación y trinos, o quizá contemplando el mar en su permanente movimiento de olas que llegan a la playa y se deshacen en espuma, así una y otra vez, con fuerza o suavemente. Lindas preguntas que tal vez te has hecho otras veces y vuelven a ti como esas olas, con otras moléculas de agua, como ya decía Heráclito hace tantos siglos: no nos bañamos dos veces en el mismo río. También decía Heráclito que nosotros mismos somos y no somos los mismos”, cambiamos. 

 

Nuestro misterio también crece, si es posible, porque ya es inmenso. Silvio dice que su letra es clara, yo creo que es abierta. Su unicornio azul es sólo suyo, único… como el de cada uno y aún perdido o ausente vive secretamente… Demos un paso más, de la mano de otro poeta.

 

Antonio Machado en sus creaciones, también para remover, ideas se preguntaba:

 

“¿Y ha de morir contigo el mundo tuyo,

la vieja vida en orden tuyo y nuevo?

Los yunques y crisoles de tu alma

trabajan para el polvo y para el viento?”

 

¡Vaya se nos amplió el retiro, o la caminata, o la visita al mar!  Cuánto de nosotros y nuestros unicornios azules morirá con cada uno?, ¿cuántos amores, dolores, anhelos… secretos?

 

Muchas veces no llegamos a decirlo todo, más bien nunca. Nuestras vidas, por más simples que sean, aparentemente, son en realidad constelaciones, universos ignotos.

 

Muchos más secretos “unicornios azules perdidos” llevarán a la tumba aquellos que acaban sus días en una guerra, en la cárcel, en un CTI (cuidados intensivos), enfermos psiquiátricos crónicos, o en tantas otras dolorosas circunstancias. Y esto no sólo hoy, sino desde que existimos con conciencia, es decir como humanos, y hasta el fin de los tiempos.

 

Sin embargo desde la fe creemos quetodo lo no dicho” en una conversación o relación concreta con otro ser humano -porque hasta por amor muchas veces callamos-, no se pierde para Dios, porque “No, no duerme ni dormita el guardián de Israel” (Salmo 121,4). Incluso creo que de algún modo lo no dicho queda sugerido, al modo de Silvio Rodríguez o de Roberto Vecchioni, esbozando el misterio en clave. 

 

Y finalizo este artículo con un poema de un escritor uruguayo, rochense, muy poco conocido, Enrique Silva, que falleció hace unos años en un hogar, totalmente perdido a causa del Alzheimer. Como adivinando su futuro de silencio escribió este poema titulado Hijo:

 

“Cuando mi voz se derrumbe, busca sus ecos

Cuando caigan mis fuerzas, álzalas tú.

Cuando cierren mis ojos, mira hacia el alba

Cuando sople mi vida, toma su luz

Cuando te apunten cadenas, crece tus alas

Cuando ataquen tu idea, carga mi amor

Cuando sea tu conciencia jardín del pueblo… 

ve corriendo a mi tumba con una flor.”

 

Todo lo no dicho entre padres e hijos, entre amantes, o entre hermanos del alma, los unicornios azules perdidos por unos y otros, de algún modo resuenan y reaparecen como sueños hondos de la humanidad que el Espíritu lleva y lanza siempre más lejos.

 

 

Imagen: http://cancionesconhistoria.blogspot.com/2015/08/mi-unicornio-azul-silvio-rodriguez.html 

 

Procesar Pago
Compartir

debugger
0
0

CONTACTO

©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.