[Por: Pablo Richard]

“Pablo, siervo de Cristo Jesús y apóstol por vocación, escogido para el Evangelio de Dios” ( Romanos 1,1)

Tomamos sólo las siete cartas del Pablo histórico: Carta a los Tesalonicenses (desde Corintio, año 50). Primera carta a los Corintios (desde Efeso, año 52).  Cartas a Filipenses y Filemón (desde Efeso, años 54- 55) Segunda carta Corintios (fines año 55). Carta a los Gálatas (desde Efeso, años 54-55). Carta a Romanos (desde Corintio, invierno 55-56).

Dejamos fuera las siete cartas de la “escuela paulina”, que no se consideran escritas por el Pablo histórico: Colosenses, Efesios, dos cartas a Timoteo, carta a Tito, Hebreos, y Hechos de los Apóstoles escrito por Lucas.

En tres cartas de Pablo histórico se alude a la maldición que pesa sobre la ley: Primera carta a los Corintios, carta a los Gálatas y carta a los Romanos.

La estructura básica en las tres cartas es casi siempre la misma: la ley da fuerza al pecado que nos lleva la muerte. La fe que da fuerza al Espíritu que nos lleva a la vida.

Primera carta a los Corintios

“Dónde está muerte tu victoria, dónde está muerte tu aguijón. La fuerza de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado la ley” (1 Cor. 15, 55-56). La mención del “aguijón” es su símbolo de “lo que da fuerza”. 

Carta a los Gálatas

“El ser humano no se justifica por las obras de la ley, sino por la fe en Jesucristo”. 

“Tratamos de conseguir la justificación por la fe en Cristo y no por las obras de la ley, pues por la obras de la ley nadie será justificado”. 

“Yo por la ley ha muerto a la ley. Si por la ley se obtuviera la justicia Cristo hubiera muerto en vano (2,15-21). 

“Cristo nos rescató de la maldición de la ley” (3, 13)

“Dios envió a su hijo, nacido de mujer, bajo el régimen de la ley, para rescatar a los que se hallaban sometidos a ella” (texto completo 4,5-6).

“Todos cuantos buscan la justicia en la ley, han roto con Cristo, han caído en desgracia. Nosotros en cambio, esperamos la justicia anhelada por medio del Espíritu y de la fe (5, 4-5). 

“Si somos guiados por el Espíritu, ya no estamos bajo la ley” (5, 18).

Carta a los Romanos

“Sabemos que cuanto dice la ley lo dice para los que están sometidos a la ley, nadie será justificado porque ha cumplido la ley, pues la ley solo proporciona el conocimiento del pecado” (3, 19-20).

“El hombre es justificado por la fe independientemente de las obras de la ley” (3,28) 

“Si Abrahán y su posteridad recibieron la promesa de ser herederos del mundo, no fue por la ley, sino por la justicia que viene de la fe” (4,13).

“Mientras nos dejábamos guiar por las pasiones pecaminosas de la Ley, actuaba en nuestro cuerpo la muerte, ahora libres de la Ley podemos vivir en la novedad del Espíritu” (7, 5-6).

“El que ama al prójimo ha cumplido la ley” (13,8).

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Nota final: 

Pablo distingue entre la ley y las leyes, entre el pecado y los pecados.  La ley es la maldita que nos lleva al pecado y a la muerte. Las leyes son las que organizan nuestra vida y la sociedad, no son ni malditas, ni nos llevan necesariamente a la muerte. El pecado es lo que nos lleva a la muerte, los pecados son cotidianos en nuestras vidas, no consecuencia de la ley.

Método utilizado: interacción entre ciencia bíblica y economía política.

Referencias bibliográficas: 

- “La maldición que pesa sobre la ley. Las raíces del pensamiento crítico de Pablo de Tarso”, Franz Hinkelammert, Costa Rica, Editorial Arlekin, año 2013, segunda edición ampliada 243 pp.

- Todas mis publicaciones donde lo fundamental no es la doctrina y los dogmas, sino la Teología de la liberación, especialmente en la exégesis bíblica.  

Imagen: https://es.wikipedia.org/wiki/Primera_ep%C3%ADstola_a_los_corintios