15 de Junio de 2018
[Por: Carolina Vásquez Araya]
En la conducta de los gobernantes hay extremos imposibles de ignorar. Retrocesos capaces de aplastar no solo la dignidad de las personas sino también su integridad física y moral. Actos de tal magnitud como para despertar todas las alarmas, en especial si son cometidos por quienes están supuestos a administrar con ética y transparencia los bienes del Estado. El ejemplo más ilustrativo de tales desmanes está ahí, en Guatemala, y a la vista del mundo…
Descargue el artículo.
©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.