La crisis brasilera parte de la crisis global

07 de Junio de 2018

[Por: Leonardo Boff | Texto en español y portugués]




No se puede analizar Brasil sólo a partir de Brasil. Ningún país, ni la cerrada Corea del Norte está fuera de las conexiones internacionales, que la planetización inevitablemente ha creado. Además nuestro país es la sexta economía del mundo, cosa que despierta la codicia de las grandes corporaciones que quieren venir aquí, no para ayudar en nuestro desarrollo con inclusión, sino para poder acumular más y más, dada la extensión de nuestro mercado interno y de la superabundancia de commodities y de bienes y servicios naturales, cada vez más necesarios para sostener el consumismo de los países opulentos. 

 

Hay tres nombres que deben ser recordados, pues han configurado el cuadro actual de la economía y de la política mundial. El primero es sin duda Karl Polanyi que ya en 1944 observó "La gran Transformación" que ocurría en el mundo. De una economía de mercado estábamos pasando a una sociedad de mercado. Es decir, todo es comercializable, hasta las cosas más sagradas. Con todo podemos lucrarnos, cosa que Marx en su Miseria de la Filosofía llamó la gran corrupción y la venalidad general. Hasta los órganos humanos, la verdad, la conciencia, el saber se han transformado en medios de ganancia. Todo se hace según la lógica del capital, que es la competencia y no la solidaridad, lo que hace que las sociedades se desgarren en luchas feroces entre las empresas. 

 

Cabe citar otros dos nombres: Margaret Tatcher y Ronald Reagan. Como consecuencia de la erosión del socialismo real, entró victorioso el capitalismo, ahora sin restricciones, impuestas antes por la contención que ejercía el modo de producción socialista. Ahora el capitalismo pudo vivir tranquilo su lógica individualista, acumuladora y consumista. Tatcher era consecuente al afirmar que la sociedad no existe. Hay individuos, que luchan cada uno por sí mismo contra todos. Reagan sostuvo la total libertad del mercado, la disminución del Estado y el proceso de privatización de los bienes nacionales. Era el triunfo del neoliberalismo. Antes con el liberalismo, dicho con una metáfora, la mesa estaba puesta. Los ricos ocupaban los primeros lugares y se servían hasta hartarse. Los demás encontraban su puesto en algún rincón de la mesa. Pero estaban a la mesa. Con el neoliberalismo la mesa está puesta, pero sólo pueden participar quienes pueden pagar. Los demás se disputan los sitios al pie de la mesa con los perros, comiendo las sobras.

 

Esta política neoliberal, implantada en el mundo entero, dio curso libre a las grandes corporaciones para poder acumular todo lo que pudieran. El lema de Wall Street era y sigue siendo: greed is good (la codicia es buena). Tal voluntad de acumulación ha hecho que un pequeño número de personas controlen gran parte de la riqueza mundial, gestando un mar de pobres, miserables y famélicos. Como la cultura del capital no conoce la compasión ni la solidaridad, solamente la competencia y la supremacía del más fuerte, se ha creado un mundo con un nivel de barbarie raramente alcanzado en la historia. 

 

Desde mi punto de vista, el capitalismo como modo de producción y su ideología política el neoliberalismo han alcanzado su fin, en un doble sentido. Lograron su fin, es decir, alcanzaron su fin-objetivo: la suprema acumulación. Y su fin como final y desaparición. No porque lo queramos, sino porque la Tierra, limitada en bienes y servicios, en gran parte no renovables, no aguanta un proyecto ilimitado hacia el infinito del futuro. La Tierra misma hará imposible este proyecto. O cambia de modo de producción y de consumo o estará condenado a desaparecer. Como no posee un sentido de pertenencia y trata a la naturaleza como mera cosa a ser explotada incontrolablemente, seguirá un camino sin retorno, poniendo en peligro el sistema-vida y la propia Casa Común que podrá volverse inhabitable. 

 

En el trasfondo teórico de nuestros neoliberales brasileños, los que dieron el golpe y elaboraron "El Puente para el Futuro" (para el fracaso) vienen imbuidos, sin un mínimo de conciencia y de crítica, de ese mal sueño neoliberal. Quieren un Brasil sólo para ellos, como una provincia secundaria, agregada y dependiente del gran Imperio del Capital. Esa es nuestra ruina y nuestra desgracia. Ellos prolongan la dependencia y la lógica colonial. 

 

Un país que empezaba a dar los primeros pasos hacia su refundación, sobre otras bases, valores y principios, con los ojos abiertos y las manos activas en políticas de desarrollo humano con inclusión social ha sido desvergonzadamente abortado. Aquí reside nuestra verdadera crisis que atraviesa todas las instancias.

 

Pero lo que debe ser tiene fuerza. Por eso creemos y esperamos que superaremos esta travesía dolorosa para las grandes mayorías, en fin, para todos. Vamos a brillar. En tiempos sombríos como el nuestro cantó el poeta: “está oscuro pero canto”. Yo imitándolo digo: “en medio de las incertidumbres todavía soñamos y ese sueño es bueno y anticipa una realidad beneficiosa para todos”.

 

*Leonardo Boff es filósofo y teólogo y ha escrito Brasil: concluir a refundación o prolongar la dependencia, Vozes 2018.

 

Traducción de Mª José Gavito Milano

 

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                                    A crise brasileira  parte da crise gobal

 

Não se pode analisar o Brasil só a partir do Brasil. Nenhum país está fora das conexões internacionais, nem a fechada Coréia  Norte, que a planetização inevitavelmente criou. Ademais nosso país é a sexta economia do mundo, coisa que desperta a cobiça das grande corporações que querem vir para cá, não para ajudar no nosso desenvolvimento com inclusão, mas para poder acumular mais e mais, dada a extenção de nosso mercado interno e da superabundância de commodities e de bens e serviços naturais, cada vez mais necessarios para sustentar o consumismo dos países opulentos.

 

Três nomes devem ser lembrados, pois configuraram o quadro atual da economia e da política mundial. O primeiro é sem dúvida Karl Polaniy que já em 1944 notou “A grande Transformação” que ocorria no mundo. De uma economia de mercado estávamos passando para uma sociedade de mercado. Vale dizer, tudo é comercializável, até as coisas mais sagradas. Com tudo podemos lucrar, coisa que Marx em sua Miséria da Filosofia chamou de a grande corrupção e de a venalidade geral. Até órgãos humanos, a verdade, a consciência, o saber se transformaram em meios de ganho. Tudo é feito na lógica do capital que é a concorrência e não a solidariedade, o que faz as socedades se esgarçarem em lutas ferrenhas entre as empresas.

 

Outros dois nomes cabem ser citados: Margareth Tachter e Ronald Reagan. Como consequência da erosão do socialismo real, entrou, vitorioso, o capitalismo agora sem peias, impostas antes pela contenção feita pelo modo de produção socialista. Agora o capitalismo pôde viver tranquilo sua lógica individualista, acumuladora e consumista. Tatscher era consequente ao afirmar que a sociedade não existe. Existem indivíduos que lutam por si contra todos. Reagan sustentou a total liberdade do mercado, a diminuição do Estado e o processo de privatização dos bens nacionais. Era o triunfo do neliberalismo. Antes com o liberalismo, para usar uma metáfora, a mesa estava posta. Os endinheirados ocupavam os primeiros lugares e se serviam à tripa forra. Os demais encontravam seu lugar em alguma canto da mesa. Mas estavam à mesa. Com o neoliberalismo a mesa está posta. Mas somente podem participar quem tem condições de pagar. Os demais disputam os lugares ao pé da mesa com os cães, comendo  restos.

 

Esta política neoliberal implatada no mundo inteiro, deu livre curso às grandes corporações de poderem acumular o mais que podem. O lema de Wall Street era e continua sendo:greed is good (a ganância é boa). Tal vontade de acumulação fez com que um pequeno número de pessoas controlassem grande parte da riqueza mundial, gestando um mar de pobres, miseráveis e famelicos. Como a cultura do capital não conhece a compaixão nem a solidariedade e somente a competição e a supremacia do mais forte, criou-se um mundo com um nível de barbárie raramente alcançado na história.

 

Do meu ponto de vista, o capitalismo como modo de produção e sua ideologia política o neoliberalismo atingiram o seu fim, num duplo sentido. Lograram seu fim, vale dizer, alcançaram o seu fim-objetivo: a suprema acumulação. E o seu fim como término e desaparecimento. Não porque o queiramos, mas porque a Terra limitada em bens e serviços, grande parte não renováveis, não aguenta um projeto ilimitado rumo ao infinito do futuro. A Terra mesma tornará esse projeto impossível. Ou ele muda de modo de produção e de consumo ou será condenado a  desaparecer. Como não possui um sentido de pertença e trata a natureza como mera coisa a ser explorada incontrolavelmente, seguirá um caminho sem retorno, pondo em risco o sistema-vida e a própria Casa Comum que poderá se tornar inabitável.

 

Ora, no transfundo teórico de nossos neoliberais brasileiros, os que deram o golpe e elaboraram “A Ponte para o Futuro” (para o fracasso) vem imbuídos, sem o mínimo de consciência e de crítica, desse sonho mau neoliberal. Querem um Brasil só para eles, ou uma provincia secundária, agregada e dependente do grande Império do Capital. Eis a nossa ruína e a nossa desgraça. Eles prolongam a dependência e a logica colonial.

 

Um país que mal e mal estava dando os primeiros passoa rumo a sua refundação, sobre outras bases, valores e princípios, com os olhos abertos e as mãos operosas em políticas de desenvolvimento humano com inclusão social foi desvergonhadamente abortado. Aqui reside a nossa verdadeira crise que perpassa todas as instâncias.

 

Mas o que deve ser tem força. Ainda assim cremos e esperamos que superaremos essa travessia dolorossísima para as grandes maiorias, em fim, para todos. Iremos ainda brilhar. Cantou o poeta em tempos sombrios como o nosso: “faz escuro mas eu canto”. Eu imitando-o digo:”em meio às incertezas,  ainda sonhamos e esse sonho é bom e antecipa uma realidade benfazeja”.

 

Leonardo Boff é filósofo e teologo e escreveu:Brasi: concluir a refundação ou  prolongar a dependência, Vozes 2018.

 

Imagen: https://sp.depositphotos.com/29440699/stock-photo-global-crisis.html

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