[Por: Ludo Van de Velde]

Los obispos recomiendan que la iglesia (en todas sus dimensiones) apoye y aliente esos equipos, espacios de discernimiento.  Pero miran hacia el horizonte desde la dura realidad de explotación y represión que viven nuestros pueblos.    En primero lugar reconocen la legitimidad de laicos militantes que toman en serio las implicaciones sociales y políticas del Evangelio, asumiendo compromisos “que compartan dolorosas consecuencias”.   No sé muy bien a qué se refieren los obispos.   Recordando la experiencia de la Iglesia de Monseñor Romero, motivados por su fe en el Dios Liberador, por el camino de “servicio” enseñado y vivido por Jesús, no pocos laicas y laicos (muy activos en espacios eclesiales) asumieron tareas político – militares en las organizaciones populares en sus diferentes etapas de desarrollo en el contexto del conflicto que El Salvador ha vivido…

Descargue el artículo.