Desde arriba, desde abajo

22 de Enero de 2018

[Por: Víctor Codina, SJ]




Los adverbios “arriba” y “abajo” no solo tienen connotaciones locales sino también sociales, económicas, políticas, sexuales, étnicas, ecológicas, culturales y religiosas.

 

Es evidente que en el campo político y social, los intereses de los de arriba predominan sobre los de abajo y cuando estos reaccionan, son marginados, excluidos, aplastados e incluso masacrados. Se construyen muros contra los “bárbaros del Sur”. Domina el machismo y se implanta la “american way of life” en todo el mundo, mientras las culturas diferentes son consideradas como objeto de folklore y turismo. Nada impide a los de arriba la destrucción de la naturaleza.

 

Pero algo semejante acontece en el terreno religioso y eclesial. El magisterio eclesial muchas veces enseña desde arriba, sin tener en cuenta el sentido de fe del Pueblo de Dios, de laicos, mujeres y gente sencilla. Se eligen ministros sin consultar a las bases. La reforma litúrgica del Vaticano II, por necesaria y positiva que sea, no tuvo en cuenta la opinión y sensibilidad del pueblo, sobre todo del pueblo pobre y sencillo que no comprende muchos pasajes bíblicos de la liturgia, ni las plegarias eucarísticas. La opción por los pobres, se hace de arriba hacia abajo, desde los que no son pobres, y además está calificada con tantos adjetivos restrictivos (preferencial, evangélica, no exclusiva…) que parece más preocupada por no molestar a los de arriba que en solidarizarse con los pobres.

 

En la pastoral se mira con una cierta reticencia las expresiones de fe del pueblo sencillo a la que, desde arriba se la llama “religiosidad popular”: procesiones, via crucis, devociones a santos y a santuarios marianos, velas, agua bendita… Para el pueblo, en cambio, esta “religiosidad popular” es un mecanismo de resistencia  y una necesidad vital de acudir a Dios en los momentos más angustiosos de su vida.

 

Durante siglos ha dominado en toda la Iglesia la teología occidental del Norte, hasta que después del Vaticano II han surgido las teologías del Sur (de América Latina, África y Asia) en lo que J.J. Tamayo llama “un giro descolonizador”, que es una crítica a la teología moderna del Norte por su actitud patriarcal, vertical, capitalista, prepotente y colonial.

 

Para la tradición judeocristiana, Dios ha entrado en nuestra historia desde abajo: Jesús nace en un pesebre, pasa la mayor parte de su vida en la aldea desconocida y despreciada de Nazaret, se junta con los pecadores para ser bautizado en el rito de religiosidad popular de Juan, no se lanza desde arriba abajo del templo, se dirige al pueblo como uno más de ellos, les habla en parábolas que todos entienden, llama bienaventurados a los pobres y se alegra de que a ellos les hayan sido revelados los misterios del Reino.  Su solidaridad con el pueblo culminará en la cruz. También el Espíritu actúa desde abajo.

 

Sea cual sea nuestra ubicación social y eclesial, podemos preguntarnos: ¿desde dónde sentimos, sintonizamos, juzgamos  y nos movemos, desde arriba o desde abajo?

 

 

Imagen: http://1.bp.blogspot.com/_YhUEOMna2N8/TP_72teBbcI/AAAAAAAAABw/cPLPuAa7F_I/s1600/vIRGEN+CANDELARIA.bmp

Procesar Pago
Compartir

debugger
0
0

CONTACTO

©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.