16 de Enero de 2018
[Por: Francisco Bosch | Amerindia Argentina]
La noche en la Patria, el amanecer en el camino
Pino hachado es el cruce fronterizo, punto de encuentro para los diferentes buses de lxs Cayetanxs. El segundo amanecer de la peregrinación a Temuco nos encuentra en el camino, larga noche en el frio de la cordillera, tibio amanecer en la compañía que sigue despertando. Bella parábola de un 2016 y 2017 que encontró a los cayetanos militando en la calle la emergencia social y arrancándole a este gobierno antipopular, la única ley para los de abajo.
La estampita del santo de los pobres de Italia, había viajado apretadita en los bolsillos de nuestros bisabuelos y ahora tomaba vida en nuestros cuerpos dejados al margen de las riquezas de estas tierras. Los cayetanos son la estampita que despierta en plena dictadura, hace 35 años, de mano de los trabajadores y las centrales obreras un 7 de agosto. Fe y lucha alimentándose en cada amanecer en el camino, tanto ayer como hoy, camino a Chile.
Los de abajo y su tierra santa
Los ríos subterráneos delinean las geografías de los que no cuentan. Ahí hay otro punto de encuentro entre los Cayetanos y Francisco: las periferias.
De hecho, yo estoy peregrinando porque compartimos compromiso con los compas del MTE en el mismo barrio de Mar del Plata, donde ellos organizan carreros y yo con mi compañera estamos haciendo un circo con vecinos. La tierra santa de la periferia nos encuentra y genera complicidades que abren el camino de la comunión, encuentro de lo más variopinto y sabroso.
Las periferias de la patria, organizando la esperanza y militando la navidad (una fe encarnada), salen a darle un guiño cómplice a Francisco. Quizás porque Francisco cree que nuestros barrios son tierra santa y quizás también porque nosotros lo vamos descubriendo.
Son miradas golpeadas por el tiempo, manos gastadas, vidas caminadas, territorios sagrados puestos de pie. Ahí el milagro que ha hecho que la tierra santa se mude de medio oriente a nuestros barrios...
Y como si eso fuera poco, los barrios se mudan a las calles en cada territorio-cuerpo que sale al encuentro mirando de frente. La calle ha confirmado a los Cayetanos, sus territorios y sus causas.
Y este 16 de enero lo he visto, en un cálido amanecer delineado por las siluetas cordilleranas y el calorcito compañero que despierta un nuevo día... en camino.
Vamos con todos nuestros territorios sagrados a cuestas, vamos al encuentro pero sembrados...
Desde el paso fronterizo de pino hachado,
Francisco Bosch
©2017 Amerindia - Todos los derechos reservados.