[Por: Ludo Van de Velde]

La paz no es el resultado de un fin de guerra, o de unos acuerdos políticos de paz.  Medellín nos dice con claridad que la paz es, ante todo, obra de la justica.  Llama la atención que en los Acuerdos de Paz en El Salvador (1992) no se incluido ningún aspecto económico: las estructuras económicas injustas (causa estructural de la pobreza y de la organización popular (también militar)) no han sido tomadas en cuenta para firmar los acuerdos de paz.  ¿El resultado?  La estructura neoliberal sigue provocando desastres en el pueblo, a pesar de los programas sociales de los dos últimos gobiernos. Monseñor Romero nos dijo que se tenía arrancar de raíz la estructura injusta, ese pecado estructural.  Pero en nuestro país la mayoría de las y los pobres votan en las elecciones por partidos de derecha, quienes son los representantes políticos de la oligarquía y del capital internacional…

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