[Por: Juan Carlos Claret Pool | Vocero Laicos y laicas de Osorno]

Existe el riesgo de manipular la visita del Papa, olvidándose del pecado eclesial, en circunstancias que la Iglesia se ha especializado por siglos en enrostrar los pecados y fragilidades humanas a sus feligreses y a toda la sociedad. Y a esa jerarquía eclesiástica que tanto dice amar a la Iglesia, habría que recordarle que el amor adulto y maduro supone la corrección fraterna.

Los flancos que abre este documento no pretenden explicar la causa de todos los males en la Iglesia, sino identificar y problematizar aquellas aristas que deberían suscitar interés público y que no pueden perderse del horizonte de un cristiano lúcido. Identificar cabalmente los problemas requeriría un trabajo metodológico distinto. Ojalá este documento pueda ser útil para despertar la conciencia, para no caer en la tentación de la indiferencia y que, entonces, pueda ayudar al discernimiento en las comunidades cristianas sobre aquello que ha desvirtuado a la Iglesia y que le ha restado capacidad evangelizadora y su incoherencia dañado la fe del Pueblo de Dios…

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