16 de Noviembre de 2017
[Por: Juan José Tamayo]
Las teologías analizadas en el libro Teologías del Sur transitan por los caminos del diálogo intercultural, interreligioso, interétnico e interdisciplinar, y lo hacen en actitud de búsqueda en dirección a la utopía de Otro Mundo Posible, que se traduce en la emancipación de los pueblos oprimidos y en la liberación de la naturaleza del modelo de desarrollo científico-técnico de la Modernidad, a través de las resistencias a los sistemas de dominación antes indicados.
Caminan por la senda de la razón práctica alimentada por la esperanza como principio, actitud y virtud, que es necesario reconstruir en los nuevos procesos históricos de liberación bajo la consigna de Ernst Bloch: “La razón no puede florecer sin esperanza. La esperanza no puede hablar sin razón”.
La originalidad de este libro radica en la innovadora propuesta de un cambio de paradigma en el relato teológico bajo el giro descolonizador, que cuestiona el eurocentrismo como marco epistemológico, cultural y religioso al que se han visto sometidas las teologías como condición necesaria para ser reconocidas como tales. A su vez, tiene en cuenta la diversidad de escenarios geoculturales.
El nuevo paradigma teológico no se ha construido de la noche a la mañana, ni ha surgido por generación espontánea, sino que es el resultado de la dedicación de más de cuarenta años a la reflexión teológica en clave interdisciplinar, es decir, en diálogo con las ciencias sociales, la filosofía, las ciencias de las religiones y la teoría crítica no hegemónica.
Para elaborar el nuevo paradigma me han servido de guía los estudios de descolonización de las ciencias sociales, los Estudios subalternos de los intelectuales indios, el proyecto Colonialidad-Modernidad, las Epistemologías del Sur, los Feminismos decoloniales, la teoría del Encubrimiento del Otro y la Trans-modernidad, las nuevas teorías ecológicas y la crítica del orientalismo como ideología colonial. El nuevo paradigma tiene su anclaje en las organizaciones sociales, los movimientos alterglobalizadores y los movimientos religiosos liberadores con los que estoy comprometido.
Las páginas introductorias del libro son, me atrevería a decir, de obligada lectura y no se deben pasar por alto porque son el pórtico que da acceso al libro y permiten una mejor comprensión del mismo. En ellas ofrezco una descripción en primera persona –es mi biografía intelectual– de la genealogía del nuevo paradigma, de mis aprendizajes y mi modesta colaboración en el mismo. Un aprendizaje que comenzó con el despertar del sueño dogmático en que viví inmerso durante mis estudios de teología y filosofía neo-escolásticas, con el gradual abandono de la cómoda instalación en la modernidad europea y con la salida de la minoría de edad –histórica, social, cultural y de género– en que viví instalado al comienzo de mi andadura teológica, hasta mi toma de conciencia del racismo epistemológico del pensamiento occidental y muy especialmente de la teología europea, incluida la teología moderna.
Nada tiene que ver el nuevo paradigma descolonizador expuesto en este libro con la definición que el arzobispo anglicano William Temple diera del teólogo: “una persona muy sensata y sesuda que pasa toda una vida encerrada entre libros intentando dar respuestas exactísimas y precisas a preguntas que nadie se plantea”.
El paradigma de las teologías del Sur no pasa de largo ante los sufrimientos de los seres humanos y de la tierra, sino que busca al menos aliviarlos a través del doble principio de la compasión y la liberación frente a la teología inmisericorde y alienante, y de la doble mediación de la interculturalidad y el diálogo interreligioso frente a la teología fundamentalista, autista y cerrada sobre sí misma. En él se encuentran dos principios en armonía: el epicúreo y el jesuánico. El primero fue formulado por Epicuro de Samos hace veinticinco siglos de esta guisa:
“Vana es la palabra del filósofo que no cura los sufrimientos del ser humano. Pues de la misma manera que no es útil la medicina si no cura las enfermedades del cuerpo, tampoco lo es la filosofía si no sirve para suprimir las enfermedades del alma”.
El segundo es puesto por los autores de los Evangelios en boca de Jesús, que cita un texto del profeta Oseas: “Misericordia quiero, no sacrificios”.
Buena parte de este itinerario lo he hecho con la editorial Trotta y con su director y entrañable amigo Alejandro Sierra quien, desde hace veinticinco años ha confiado en mí y ha publicado una importante –fundamental, diría mejor– parte de mi producción intelectual. Este es el número 17 de mis libros publicados en Trotta. Vaya mi agradecimiento por su contribución a tan luminoso despertar y porque, sin duda, seguirá contribuyendo a nuevos despertares y caminares por tierras del Sur global.
*Juan José Tamayo es autor de Teologías del Sur. El giro descolonizador. Trotta, 2017, 256 páginas.
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