[AMERINDIA, PUEBLA]

La segunda jornada del Encuentro Intergeneracional de teología de la liberación organizado por Amerindia, que tiene lugar en la Universidad Iberoamericana de Puebla (entre el 12 y el 14 de octubre), respondió al imperativo de “hacer teología de la liberación desde las nuevas resistencias y esperanzas”.

En este sentido, siguiendo el ritmo metodológico del día anterior –en una perspectiva de diálogo horizontal–, el ejercicio de “hacer teología comunitariamente” se desarrolló mediante una conferencia a dos voces –tipo panel–, un conversatorio intergeneracional, y las mingas o tequios para la construcción teológica colectiva que, al final de la jornada, dieron lugar a una “gran minga teológica”.

Densidad teológica de los procesos sociales

En el primer momento de esta segunda jornada, los teólogos Aquino Junior, de Brasil, y Pedro Trigo, de Venezuela, disertaron sobre la densidad teológica de los procesos sociales, particularmente en el contexto latinoamericano y caribeño. En torno a este asunto se desarrolló su conferencia entre las 9:30 y las 11:30. 

“La teología de la liberación latino-americana ha nacido y se ha desarrollado al interior de las resistencias y de las luchas populares”, propuso Aquino Junior, destacando que “la participación de cristianos y comunidades cristianas en luchas y organizaciones populares ha obligado a la Iglesia a confrontarse con la problemática de su compatibilidad con la fe cristiana, explicitando el carácter estrictamente teologal o espiritual de estas luchas y organizaciones”. 

En torno a la experiencia bíblica de Dios y a la dimensión teológica y espiritual de los movimientos de resistencia social, el teólogo brasileño destacó que “la parcialidad por los pobres y marginados” es lo propio de la teología de la liberación.

En este punto coincidió Pedro Trigo, quien al recordar cómo “Jesús de Nazaret suscitaba una fe que salva”, en el marco de lo que hoy llamaríamos un movimiento social, acentuó cómo “la salvación acontece como un encuentro de libertades en el que Jesús y, en él, Dios tienen la primera palabra, un encuentro como entrega gratuita”.

A partir de esta primera constatación, el teólogo venezolano propuso un análisis genético-estructural de los procesos de liberación vividos en el continente –al tenor de la teología de la liberación– entre tensiones y esperanzas, que han dado paso a la actual coyuntura económica, política y eclesial.

“Creemos que el movimiento social embrional y auténticamente de base se da en la convivialidad donde no hay condiciones mínimas para vivir”, propuso Pedro Trigo, añadiendo que “ese movimiento, subterráneo, oculto para el que observa desde arriba, se ve altamente potenciado, confirmado y robustecido, cuando se da la alianza entre gente popular y no popular en la casa del pueblo. Y esto ocurre cuando los agentes pastorales han superado su condición de ilustrados”. 

Tras la conferencia de Junior y Trigo, en un segundo momento se llevó a cabo un conversatorio que mantuvo la lógica intergeneracional del día anterior, y buscó responder a la misma pregunta: ¿cómo tendría que hacerse la teología de hoy y del futuro para poder discernir la dimensión teologal de los procesos sociales? 

Sujetos y lugares de liberación

Tres teólogos de la liberación intervinieron –durante 10 minutos cada uno– destacando algunos sujetos y lugares donde emergen los procesos de liberación, esto es, las resistencias y las esperanzas: Pablo Richard, refiriéndose a la lectura popular de la Biblia, Víctor Codina, sobre la religiosidad popular, y Tirsa Ventura, en torno a la perspectiva de la mujer.

El conversatorio se prolongó con la participación de los teólogos y las teólogas que participan en el Encuentro Intergeneracional –46 en total–, quienes aportaron otras miradas frente al quehacer teológico liberador, desde sus experiencias y saberes, tan plurales como enriquecedores.

Estos diálogos repercutieron también en las cuatro mingas o tequios teológicos que se realizaron en horas de la tarde, en continuidad con el ejercicio de reflexión colectiva iniciado el día anterior, en torno a los aportes de las dinámicas y de las prácticas liberadoras y sus formas de interacción.

Perspectivas y desafíos

La jornada concluyó con una “minga ampliada”, a modo de plenario, donde se compartieron, las resistencias y las esperanzas que se registraron en cada grupo y, especialmente, las perspectivas y los desafíos para la contrucción teológica liberadora. Los aportes que emergieron desde “la fuerza de los pequeños”, como se denomina es este Encuentro Intergeneracional de Teología de la Liberación, serán los insumos para la definición de una agenda común durante la última jornada, el sábado 14 de octubre, cuando concluye la reunión de los teólogos y las teólogas latinoamericanos/as.

Amerindia seguirá informando sobre el Encuentro Intergeneracional en su portal (www.amerindiaenlared.org) y en las redes sociales. Síganos con las etiquetas: #EncuentroIntergeneracional y #LaFuerzaDeLosPequeños.

Foto: Universidad Iberoamericana de Puebla.