A propósito de este primer paso

02 de Octubre de 2017

El espíritu de este blog es colegiado. Nos reconocemos interdependientes. Los ecosistemas más fuertes son los que entrelazan mayor número de especies, así como en la Amazonía. Por eso, a través de estas páginas peregrinarán ideas, iniciativas, intuiciones de personas interesadas en el diálogo entre teología y ecología, para contribuir a develar, descubrir, interpretar la presencia de Dios en el Evangelio de la Creación y las sombras de crucifixión que se ciernen sobre nuestro hogar común.

Tal como lo ha planteado el Papa Francisco, “una ecología integral implica dedicar algo de tiempo para recuperar la serena armonía con la creación, para reflexionar acerca de nuestro estilo de vida y nuestros ideales, para contemplar al Creador, que vive entre nosotros y en lo que nos rodea…” (LS 225).




El cuidado de la vida en nuestro hogar común es uno de los grandes desafíos para nuestra fe. En pleno siglo XXI estamos afrontando las consecuencias del modelo industrial que caracterizó el siglo XX. Esta es la época del Acuerdo de París sobre Cambio Climático pero también la era de la encíclica Laudato Si´, en el pontificado de Francisco, el quinto después de la finalización del Concilio Vaticano II.  

 

El Tiempo para la Creación que se inició el 1 de septiembre con la Jornada Mundial de oración por el cuidado de la creación y culmina con la fiesta de San Francisco de Asís, el 4 de octubre, no sólo denota una actitud de encuentro ecuménico e interreligioso, dada la integración eclesial entre católicos romanos y ortodoxos, promovida por el Papa Francisco y el Patriarca Bartolomé y respaldada por un tradición de décadas por parte del Consejo Mundial de Iglesias, sino la invitación a orar juntos, asumir un estilo de vida más sencillo y austero, y abogar por los derechos de la Madre Tierra, según la invitación del Movimiento Católico Mundial por el Clima en vivelaudatosi.org

 

Este urgente llamamiento a la acción global tiene un trasfondo místico, una raíz ética y una fundamentación ecoteológica. Por supuesto, el quehacer teológico adquiere la dinámica del contexto que interpela y confronta. Más aún si la pregunta sobre el sentido de Dios brota desde el clamor de un continente creyente y, a la vez, empobrecido, creativo pero  sometido, biodiverso pero maltratado.

 

Pensar, sentir, actuar sobre las relaciones entre Dios, la naturaleza y el ser humano, constituyen la base de una ecoteología que en su acepción más amplia es intercultural, interreligiosa, interdisciplinaria. Una teología que indaga por lo sagrado desde los datos que ofrece la ecología. Una ciencia, una sabiduría;  un discurso, un lenguaje; una praxis, un estilo de vida que explora la Divinidad desde la concreción de la materialidad, asume el rótulo de teología ecológica, o ecoteología.

 

Pero, ¿qué es lo “eco” de la teología? ¿Qué gana la teología al calificarla con el adjetivo “ecológica”? ¿Acaso la ecología tendrá algo que ver con lo “teo”? ¿Desde qué perspectivas? ¿Desde qué criterios? ¿Con qué tipo de herramientas epistemológicas? ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Quiénes? ¿Con quiénes? ¿Para quienes? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo? 

 

Son algunos de los interrogantes que este blog quiere abordar desde las narrativas de las diversidades culturales y los diferentes énfasis que las experiencias místicas de los pueblos de América Latina y el Caribe, y los migrantes instalados en los aerópagos del Imperio van suscitando, mientras cuestionan y dimensionan la tarea que la academia teológica y los sectores eclesiales han asumido como respuesta a su identidad.

 

Tal como lo indica el icono verde amarelo que la arquitecta colombiana Martha Cecilia Pinzón, consultora de DOMUS OMNIA y su hijo Juan Devia, diseñaron para nuestro blog de ecoteología amerindia, la vida que se sustenta en el sol, se transforma por la fotosíntesis en oxígeno que, a su vez, mantiene la armonía y en la que, como nos recuerda el papa Francisco, todo está interligado, hasta tal punto que hombres y mujeres somos como pétalos de la inmensa flor del universo.

 

Por eso mismo, el espíritu de este blog es colegiado. Nos reconocemos interdependientes. Los ecosistemas más fuertes son los que entrelazan mayor número de especies, así como en la Amazonía. Con el aporte de varios ecoteólogos y ecoteólogas, ciudadanos y ciudadanas del mundo, queremos ofrecer algunos surcos para sembrar y recoger las semillas de Reino desde el Evangelio de la Creación y el clamor de la Madre Tierra. También vendrán otras voces y otras letras a cultivar este huerto.

 

Nuestra mirada inicial está inscrita en la reflexión de fe cristiana sobre las relaciones del Dios Creador con su Creación, de la cual los humanos somos arte y parte. Una ecoteología centrada en el misterio de la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús, el Cristo, en la comunión con el Padre y el Espíritu Santo. Pero a la vez, consciente que el Hijo de Dios se hizo carne, una ecoteologia abierta a los relatos de las culturas ancestrales de los pueblos originarios indígenas, las tradiciones afrodescendientes, las sabidurías de brotan del mestizaje y las vivencias populares de la religiosidad

 

Una ecoteología en movimiento como una mandala que recuerda que el sol no es para detenerse a mirarlo pues encandelilla y enceguece, sino para que, con su luz, ayude a admirar la profundidad de aquel “verde de todos los colores” como alguna vez escribió el poeta Aurelio Arturo en las fronteras entre Colombia y Ecuador.

 

Bienvenida la vida expresada en frases, versos, imágenes, vivencias, cada cual un texto con su pretexto en un contexto. Por los caminos de nuestra Amerindia, damos este primer paso, para caminar cantando Laudato Si´ y continuar alabando al Creador, cuidando cada una de sus creaturas en la polifonía de amor que resuena en nuestra casa común.

 

*     *     *

 

PROXIMAMENTE: “Entre Elías e Irma: una lectura ecoteológica de la tragedia” para reflexionar sobre la presencia de Dios en medio de terremotos y huracanes.

 

 

 

*Alirio Cáceres Aguirre es Diácono Permanente, casado, padre de familia. Ingeniero Químico, especialista en Educación, Magister en Teología. Fundó el equipo Ecoteología de la Pontificia Universidad Javeriana y la Mesa Ecoteológica Interreligiosa de Bogotá (MESETI). Actualmente es el referente del programa de Ecología Integral del CELAM y CARITAS para América Latina y el Caribe. Miembro directivo de la Red Iglesias y Minería, y el Movimiento Católico Mundial por el Clima (MCMC).  Correo-e: alirio.caceres@diaconadobogota.com WhatsApp: +57 3176362463 @Diaconooikos

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