La agenda de la reforma eclesial de Francisco
[Autor Prueba]
(Bernardo Barranco V.) Su sonrisa nerviosa casi borra los ojos que parecen dos líneas cóncavas. Es el cardenal hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga, elegido por el papa Francisco para presidir las reformas a la curia romana, quien concluye la larga entrevista con el diario italiano de izquierda L’Unita. Rodríguez parece inquieto con algunas afirmaciones contundentes suyas y espera no causar mucho ruido entre los grandes príncipes de la Santa Sede. Fue enfático al precisar la necesaria reforma de la Secretaría de Estado y la nueva estructuración de la curia romana y todos sus dicasterios. El punto delicado es que no serán retoques, sino una amplia reforma de la curia. Necesitaremos tiempo. Con razón Sandro Magister, vaticanista cercano a los círculos curiales, reconoció en su última entrega a L’Expresso que las innovaciones que ha venido verbalizando Francisco sobre el gobierno central de la Iglesia están causando en la curia ansiedad, por no decir terror. Rodríguez Maradiaga, hombre de entera confianza de Mario Bergoglio, integra un grupo de cardenales de diferentes partes del mundo, llamados pomposamente por la prensa italiana el G-8, que es un nuevo órgano creado por el papa Francisco, cuyo principal objetivo es ayudar al santo padre en el gobierno de la Iglesia universal y estudiar un proyecto de revisión de la constitución apostólica Pastor Bonus que rige la curia romana dese 1988, cuando fue instituida por Juan Pablo II, precisión hecha por el ineludible vocero del Vaticano, Federico Lombardi.