Poner a los niños en el centro
[Eduardo de la Serna]
( Eduardo de la Serna)La frase del Evangelio “dejen que los niños vengan a mí, no selo impidan, porque de los que son cono estos es el reino de Dios” (Marcos 10,14) puede ser leída de un modo romántico, con lo que se la saca del contexto bíblico y hablaría de ternura, de inocencia, de ingenuidad… No es eso lo que dice el texto: los niños son seres incompletos, para el mundo bíblico, que necesitan ser “enderezados”, incluso con rigor (Proverbios 13,24). El texto ha de entenderse en los clásicos ejemplos en los que la propuesta de Jesús invierte los valores tradicionales y pone en el centro precisamente los grupos despreciados: los pobres, las mujeres, los niños… Jesús quiere empezar la historia desde su reverso.