“Queremos ver a Jesús”
[Autor Prueba]
V Domingo de Cuaresma
Juan Pablo Espinosa Arce
Último domingo de Cuaresma (22-03-2015). El próximo fin de semana nuestras comunidades se llenarán de palmas y ramas de olivo y nuestras calles verán el paso de nuestras procesiones de Domingo de Ramos. Y el Evangelio del V Domingo de Cuaresma nos invita a “ver a Jesús” (Jn 12,20-33).
1. Hacia una nueva adhesión de fe
“Habían algunos griegos de los que subían a adorar en la fiesta” (v.20) . Los griegos de los que habla el Evangelio no son miembros del pueblo ni de la fe judía, pero por el testimonio de Juan se pueden calificar de ‘temerosos de Dios’ (Hch 10,2). Pero paradojalmente los griegos no llegan al Templo de Jerusalén, por lo menos no lo dice el texto, sino que su subida tiene un objetivo claro: “Éstos se dirigieron a Felipe y le rogaron: Señor, queremos ver a Jesús” (v.21). Pensemos en el texto del IV Domingo de Cuaresma: Jesús es identificado como el nuevo Templo de Dios, el lugar de encuentro entre Dios y su pueblo. Los griegos ‘van a Jesús’ movidos quizá por algún testimonio, algo que escucharon de Él. Los comentaristas nos dicen que este texto se ubica en un contexto pospascual, después de la Resurrección, momento en el cual el Evangelio se abre al mundo griego.
Un punto a considerar también es el lugar de Felipe y Andrés, los cuales son los que provocan que los griegos lleguen a Jesús (v. 22). Ellos funcionan como misioneros, evangelizadores o ministros del Evangelio. Nuestra adhesión a la fe siempre supone la mediación de otro, otros. Llegamos a la fe en Jesús de Nazaret por la Iglesia. Ella nos acoge y nos muestra el rostro amoroso del Mesías Crucificado. Cada uno tendrá en su memoria a la persona, comunidad, que le llevó a la fe, la cual sin embargo ha sido depositada primero por Dios en nuestro interior.
La Cuaresma, tiempo de conversión, debe ser una renovación a la adhesión a Jesús. Debemos volver a las fuentes de nuestra experiencia creyente y desde ella invitar a otros a esa misma fe, así como lo hicieron los discípulos cuando evangelizaron el mundo griego. El grupo de griegos que el Evangelio nos menciona debemos ser cada uno de nosotros y nuestras comunidades, esto porque debemos mantener siempre este deseo de “ver a Jesús”.
2. Una metáfora pascual con incidencia eclesial
Sería extenso reflexionar cada uno de los elementos que conforman el Evangelio de este V Domingo. Me quisiera quedar con esto de la metáfora pascual. “En verdad, en verdad les digo: Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo, pero si muere da mucho fruto” (v.24). Esta metáfora no sólo se aplica a la muerte personal de Jesús, a su ser “levantado de la tierra” (v.32), sino que debe ser una exigencia para todo el movimiento cristiano. ¿Por qué? En dos oportunidades el evangelista usa la expresión “si alguno me sirve que me siga” (v.26), “si alguno me sirve el Padre le honrará” (v.26). El seguimiento de Jesús pasa también por ser como un grano de trigo que cayendo en tierra da fruto. Esta ‘caída’ se opone al ‘permanecer solo’, al aislarse, o como lo ha llamado Francisco en Evangelii Gaudium a la tentación de los agentes pastorales de la autosuficiencia, a prescindir de la Iglesia. No podemos ser cristianos aislados, sino que debemos ser granos de trigo que caen junto a otros para que entre todos demos fruto y fruto abundante.
La metáfora pascual con incidencia eclesial debe ser el fundamento de nuestra adhesión a Jesús. Esa adhesión pasa a su vez por el testimonio que da el Padre del Hijo “le he glorificado y de nuevo le glorificaré” (v.28). La teofanía (Theo: Dios, epifanía: manifestación, manifestación de Dios) que es también recurrente a toda la Cuaresma (Bautismo, Transfiguración, Griegos) constituye el sentido más propio de nuestro ser cristianos. El Padre habla del Hijo y el Hijo se encarnó para contarnos quién es el Padre y cómo ama el Padre. Será lo que viviremos en Semana Santa, aquello que ya está próximo.
Para la reflexión
a. ¿Cómo renovar mi (nuestra) adhesión a Jesús? ¿Quiero(eremos) realmente ver a Jesús?
b. ¿Cómo invitar a otro(s) a la fe a ejemplo de Felipe y Andrés con los griegos?
Juan Pablo Espinosa Arce
Profesor de Religión y Filosofía (UC del Maule, Chile)
Magíster© en Teología (UC, Chile)
juanpablo.231190@gmail.com