20 de Julio de 2018
[Por: Pablo Richard]
El dogma de la Trinidad Divina: Padre, Hijo y Espíritu Santo, es un dogma teológico y de fe que nos hace difícil descubrir al Dios que se hizo humano. El Dios trinitario es parte de nuestra historia humana, pero no podemos “encerrarlo” dentro un dogma teológico.
Que Dios se hizo humano no pertenece solo a la tradición cristiana, sino es un hecho antropológico, que desafía a todas las religiones. San Irineo dice: “la Gloria de Dios es el ser humano vivo y la gloria del ser humano es la visión de Dios”. Se trata del ser humano, bautizado o no. Las grandes emancipaciones: de los esclavos, de los pobres, de la mujer y de todasla liberaciones nacen del hecho que Dios se hizo humano.
Fundamentos bíblicos
“En el principio existía la Palabra, la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo humano que está en el mundo. La Palabra que es Dios se hizo carne y habitó entre nosotros.” (Juan 1,1-18).
Esa Palabra divina que se hizo carne (el ser humano en toda su debilidad) es Jesús, que puede por eso decir “El que me ha visto a mí ha visto al Padre”(Ev.Juan 14,6-9).
“Tengan entre ustedes los mismos sentimientos de Jesús, el cual, siendo de condición divina no consideró el ser igual a Dios, sino que se despojó de si mismo, tomando condición de esclavo, haciéndose semejante a los hombres. Y como hombre se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Filipenses 2,6-8)
“Dice Jesús: tuve hambre y me distes de comer; tuve sed y me distes de beber; fui forastero y me recibiste; estaba desnudo y me vestiste; enfermo y en la cárcel y me visitaste. Entonces los justos le responderán: Señor,¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber?¿Y cuándo te vimos forastero
y te recibimos, o desnudo y te vestimos? ¿Y cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y te visitamos?. Jesús les dirá: en verdad les digo que cuando lo hiciste a uno de estos hermanos míos, a mí me lo hiciste”. (Ev.Mateo 25,31-40)
Conclusión
La búsqueda de Dios no comienza con Dios, encarnado en Jesús, identificado con los pobres. La búsqueda de Dios comienza con los pobres, donde encontramos corporalmente a Jesús, y en ese Jesús encontramos al Dios que se hizo humano.
El camino no comienza con Dios, Jesús y los pobres, sino comienza con los pobres, Jesús y Dios. Solo en este camino encontramos a Dios que se hizo humano.
Referencias
José Comblin: “El Espíritu Santo y la Tradición de Jesús, obra póstuma”. (Brasil 2012,).
Franz Hinkelammert: “Hacia una crítica de la razón mítica” Costa Rica, editorial Arlekin, 2007.
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